Para el 11 de septiembre de 1973 el artista visual, Juan Guillermo Tejeda, era director de la revista Ramona y acababa de heredar una biblioteca con cerca de 1000 libros que le dejó su padre, el escritor Juan Tejeda, quien había muerto el año anterior.
Al poco tiempo de haber ocurrido el golpe de Estado, el ex director de la publicación fue encontrado muerto, por lo que Tejeda decidió irse del país y hacer desaparecer esa gran estantería que se encontraba en su casa. “Vendí los textos en muy poco dinero, algo así de 100 o 200 mil pesos”, reconoce el artista.
Su estadía en España fue de 14 años, y a su regreso comenzó a recorrer tiendas de libros usados con el objetivo de encontrar aquellos de su progenitor (no necesariamente los mismos, sino de la misma editorial y año).
Esta es una de las pérdidas literarias que se vivió durante la dictadura y que hoy se expone en la muestra “Libros quemados, escondidos y recuperados a 40 años del golpe” que organiza la Escuela de Artes y la Biblioteca Nicanor Parra de la Universidad Diego Portales. En ella se da cuenta de la destrucción de estos bienes culturales durante la dictadura.
“Con aquella medida se buscaba eliminar la cosmovisión del otro, de hacerla inexistente”, cuenta Tejeda, quien prestó 30 ejemplares a la exhibición que estará abierta hasta el 30 de noviembre en Vergara 324, comuna de Santiago.
Este ex académico de la Universidad de Chile señala que producto de los allanamientos parte de la colección de su padre tuvo que quemarla, para así evitar la intromisión militar a su casa. “Yo los libros más de izquierda los tuve que tirar al incinerador, esconderlos en la noche o cuando amanecía, producto del toque de queda. En definitiva, era una cuestión súper desagradable”.
“Los soldados entraban a las casa buscando armas, y cuando no encontraban, inmediatamente iban a la estanterías, a los maceteros y refrigeradores a buscar libros prohibidos”, señala el curador de la muestra, ramón Castillo. Y agrega: “Por ejemplo, en las Torres San Borja, que ya era un proyecto arquitectónico súper idealista, con casas bien edificadas para gente en situación más vulnerable, entraban casi todos los días sin previo aviso”.
Exhibición
La muestra contiene cerca 800 textos que reunió la UDP gracias a donaciones, préstamos y compras de libros, que se buscaron luego de los testimonios que entregaron varias personas que vivieron este proceso por temor a la represión.
Además se exhibe una serie de fotografías con militares quemando publicaciones en la calle, algunos registros fílmicos, y obras de los artistas nacionales Alfredo Jaar, Voluspa Jarpa, Sebastián Preece, Camilo Yañez, Patricia Israel y Alberto Pérez.
“Nosotros quisimos salir de la mera exposición y hacer un relato vivencial de lo ocurrido”, dice Castillo, por eso agregaron una página dentro de la web de la Biblioteca Nicanor Parra (www.bibliotecanicanorparra.cl), donde quienes hayan tenido esa experiencia puedan contar su testimonio y participar de la muestra.