“El Consejo de seguridad debe prepararse para actuar la semana próxima. Es vital para la comunidad internacional ponerse de pie y hablar alto”, dijo este jueves el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, quien exhortó además a China a desempeñar un papel “constructivo y positivo” para alcanzar una resolución en la ONU.

Por su parte, el presidente de Irán, Hasan Rohani, afirmó en una columna para el diario The Washington Post que su gobierno estaba listo para “ayudar a facilitar el diálogo entre las autoridades de Siria y la oposición”. La propuesta podría ser recibida con prudencia por Estados Unidos, que acusa a Teherán de apoyar con armas y soldados al régimen de Bashar al Asad. Ambos países no tienen relaciones diplomáticas desde hace 35 años.

Damasco cree que la guerra civil que azota al país ha llegado a un estancamiento y podría llamar a un alto el fuego en caso de que haya una nueva conferencia internacional en Ginebra, dijo el jueves viceprimer ministro sirio al diario británico The Guardian.

El ministerio de Relaciones Exteriores de Siria envío mensajes este jueves al Consejo de Seguridad, en los cuales denunció, según la agencia oficial Sana, el hecho de que “Estados Unidos y sus aliados (entre ellos los países árabes) siguen financiando a Al Qaida en Siria y a otros grupos terroristas”. En una entrevista con la cadena Fox News, Asad, declaró el miércoles que “entre el 80% y el 90% de los terroristas clandestinos son de Al Qaida”.

En territorio sirio, entre tanto, combatientes vinculados a Al Qaida seguían controlando este jueves la ciudad de Azaz, cerca de la frontera con Turquía. Según habitantes, combatientes del Estado Islamista el Irak y Levante (ISIS) conquistaron la ciudad luego de varios días de enfrentamientos con los rebeldes del Ejército Libre de Siria (ESL). El ISIS, junto al Frente al Norsa, proclama abiertamente sus vínculos con la red terrorista Al Qaida y jura lealtad a su jefe, Ayman al Zawahiri.

En una muestra de la complejidad del conflicto sirio, si bien los combates entre el ISIS y los rebeldes no yihadistas se multiplican en las últimas semanas en algunas regiones, en otras combaten juntos contra las tropas del régimen de Asad.