“Es un horror, un horror. No paran de traer cuerpos”, anunció llorando a los medios de comunicación italianos la alcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini.
Según la alcaldesa, ya se hallaron 92 cuerpos, entre ellos mujeres y niños.
El barco, en el que viajaban unos 500 inmigrantes, se incendió luego de que sus pasajeros, en su mayoría provenientes de Somalia, encendieran fuego para pedir ayuda. Entonces, el navío se hundió.
Por su parte, el papa Francisco calificó de “vergüenza” el naufragio de este jueves e y pidió a los creyentes que recen por ellos y por “todos los refugiados” del mundo.
El pasado lunes, otros 13 inmigrantes, en su mayoría de Eritrea, se ahogaron cuando intentaban llegar a las costas de Sicilia.
En lo que va de 2013, ya son más de 22.000 los inmigrantes que lograron llegar a las costas del sur de Italia, el triple de la cifra alcanzada el año anterior.