“La UP era una época muy entretenida. De fiesta” o “ser roto no es pobre, es algo que viene del alma”, son algunas de las frases que dice entre bailes, risas, penas y alegrías una aristocrática anciana de izquierda, que repasa su vida y los principales acontecimientos de la Unidad Popular y la dictadura junto a su nieta, una joven dramaturga que busca grabar los relatos de su abuela para redactar una obra de teatro.

Con música de Edith Piaf y una escenografía amoblada con un dormitorio con cama de catre, veladores con paños de hilo y una mesita de noche, Delfina Guzmán y Elisa Zulueta, actrices que interpretan a estas dos mujeres, comienzan los diálogos de “La grabación” con total frescura.

El montaje es la primera obra del periodista y escritor Rafael Gumucio, y está inspirada en las más de 400 cartas que dejó su abuela, pero “no es la biografía de Marta Rivas… es una semblanza”, reconoce enfática Delfina Guzmán a la revista del centro cultural Gabriela Mistral.

Ambas se conocieron durante su juventud y compartieron momentos tan importantes como la carrera de teatro en la Universidad de Chile, situación que la ayudó a representar el personaje, destacó la actriz de 85 años que vuelve a las tablas luego de su actuación en la puesta en escena “Tres mujeres enfernando” de Gustavo Mez

En relación a ello el director de la puesta en escena, Álvaro Viguera, dice que “se basa en Marta, pero lo destacado es mostrar el choque de las generaciones”. Además agrega que “es un texto con una historia conmovedora, y una reflexión particular sobre cómo somos los chilenos”.

La grabación. Crédito Nacho Rojas

Distintas perspectivas

En “La grabación” se conversa de Salvador Allende y de uno de sus ministros, “de la UP y la dictadura, pero también se hace una revisión del siglo XX”, sostiene Viguera, quien añade que “fue una gran oportunidad enfrentarse a un texto así de interesante”.

En el guion se muestran las distintas perspectivas con la que se entiende el mundo dependiendo de las generaciones en la que se nace, y eso a pesar de provenir de una misma familia. “De hecho los puntos de vista se enfrentan”, y los parientes se transforman en hombres y mujeres que tuvieron que aprender a vivir en medio de los problemas sociales y políticos que existieron durante esa época.

Sin embargo, la abuela no se deja amedrentar y prosigue su deslenguada vida con cercanos muertos, asesinados y desaparecidos. Y “es ahí donde el montaje entra con mucho humor e ironía”, sostiene el director, quien también resalta la función de estas madres en la crianza y mantención de las familias nacionales.

“Las mujeres cumplen un rol fundamental, por eso se muestra también, los cambios sexuales que vivieron, como el tema del aborto, o la virginidad”, considera Álvaro Viguera.

Jóvenes artistas

La obra de teatro es constituida por jóvenes artistas que han dado qué hablar sobre su trabajo y se presenta de jueves a sábado a las 21 horas y domingo a las 20 hrs en el GAM, con cartelera hasta el 16 de noviembre. La entrada tiene un valor de $6000 general y $3000 estudiantes y tercera edad.