Discrepancias surgieron entre las Cámaras por rechazo del proyecto conocido como “Ley Emilia”. Luego de que la Comisión Mixta que revisaba el texto decidiera rebajar en dos años la pena mínima solicitada en el espíritu de la ley, los diputados negaron su aprobación.
La iniciativa, que buscaba elevar las penas para conductores ebrios que causaran lesiones graves o de muerte a terceros, tuvo como punto de desencuentro la cantidad de años por concepto de pena mínima, que a juicio de sus propulsores debía corresponder a 5 años y un día para asegurar presidio efectivo.
Los cinco senadores e igual número de diputados de la instancia parlamentaria acordaron que serían 3 años y 1 día, como sanción mínima, manteniendo los valores actuales, pero agregando agravantes que hacían subir el castigo, situación con la que ni los familiares de las víctimas ni los propios diputados concordaban.
Patricio Walker (DC), presidente de la Comisión Mixta, advirtió que la cercanía de la elección pudo haber determinado la acción.
En este sentido el senador de la DC señaló que “muy probable porque estamos a un mes de una elección parlamentaria y siempre cuando hay alguna presión por la redes sociales, por Twitter, hay parlamentarios que se asustan y eso es muy penoso porque la verdad es que quieren hacer rehén o hacer esclavo de lo que digan las redes sociales, bueno eliminemos el Parlamento si el gobierno trabaja con las redes sociales, quién twitea más, eso es muy lamentable nos quedamos en el peor de los mundos, nos quedamos sin ley”.
Pese a que los diputados miembros de la instancia aprobaran por unanimidad el texto que rechazó la Sala, los parlamentarios argumentaron su votación en contra en la “coherencia”, según apuntó Hugo Gutiérrez (PC), uno de los autores del proyecto.
En esa línea, el representante del PC precisó que “nosotros mantuvimos la coherencia de decir, aquí hay que elevar las penas a un delito que es grave, manejo en estado de ebriedad causando la muerte de un ser humano, pero acá se prefiere seguir sancionando más fuertemente los delitos contra la propiedad, el robo de cajeros automáticos, pero no tienen conciencia que aquí está comprometida la vida”.
Pese a que se deberá presentar nuevamente la ley, si se quiere insistir en su promulgación, los padres de Emilia Silva, se mostraron de acuerdo con la votación.
Así lo indicó Benjamín Silva: “Ver como reestructurar, porque no partimos de cero, ahora hay un Twitter de 25 mil personas, ahora hay contacto con los medios, hay una ciudadanía que nos ha respaldado y eso también sirve para ir generando conciencia, de lo más importante el cambio cultural. Claro que es difícil, hay una resistencia fuerte en el Senado a entender que hay que salir con la ley adelante, pero habrá que retomar fuerzas y seguir hasta conseguir que se termine la impunidad con este tipo de crímenes”.
En lo netamente administrativo, una vez que un texto se rechaza, debe pasar un año antes de su nueva presentación, a menos de que el presidente de la República ingrese una acción que acelere el proceso. Otro de los caminos para apurar los plazos es presentar un programa diferente a los ya evaluados.
En cuanto al nombre, los padres de Emilia Silva, quien falleció por culpa de un conductor ebrio, solicitaron cambiarlo en caso de que se mantengan las penas, “tal como están hoy”, pues no representan una “condena justa”.