El presidente Sebastián Piñera celebró la incorporación de Chile como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, asegurando que se trata de “un acto de reconocimiento y de confianza en nuestro país”.
En efecto, se ha mencionado desde distintas fuentes el posicionamiento que esto significa para la nación, destacándose además que, de la región, fue el único candidato presentado.
La diputada PPD de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, María Antonieta Saa, valoró la noticia, asegurando que Chile ha sido un aporte en esta instancia, por ejemplo cuando Estados Unidos pretendía una invasión a Irak el año 2003.
“En ese momento también estábamos en este Consejo y Chile dijo que no estaba de acuerdo, que realmente fue un acto del gobierno del presidente Lagos muy importante, en términos de lo que estaba haciendo Estados Unidos en la invasión de Irak. Es importante hoy día sobre todo cuando hay acciones unilaterales, acciones que no van al examen de todos los países, es importante estar ahí”, manifestó.
Por su parte, el analista Guillermo Holzmann, aseguró que el país gana mucho con la incorporación, y podría ser un gran aporte en reformas a la arquitectura del Consejo.
“Hay una serie de propuestas para poder reformar Naciones Unidas, para otorgarle otra arquitectura y generar otro tipo de representación. En ese sentido, países como Chile tienen una larga tradición reconocida a nivel internacional, Chile fue parte de los países fundadores de Naciones Unidas y tiene mucho que decir para poder articular y buscar los acuerdos necesarios que permitan una reforma del Consejo de Seguridad Nacional, que ya lo propuso el Presidente Piñera, tomando propuestas que venían de mucho antes, en el sentido de terminar con el veto permanente que cada uno de esos miembros tiene y que obstaculiza cualquier tipo de iniciativa de Naciones Unidas”, aseveró.
Una opinión dispar tiene el especialista Pablo Jofré, quien en primer lugar cree que esto sólo significa un aporte para la figuración del país, considerando además el rol actual que cumple la instancia, que estaría solo dificultando la toma de decisiones.
“El Consejo de Seguridad se ha convertido en una especie de freno a las aspiraciones, sin tomar decisiones claras. Siempre se ha exigido el derecho a veto del Consejo de Seguridad, de acuerdo a los intereses de algunos de sus miembros y sigue siendo así, lo vemos ahora último en el tema sirio, donde el Consejo de Seguridad, a través de Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos, votaba a favor de la intervención, y en el caso de Rusia y China había una oposición”, explicó.
Uno de los argumentos de la candidatura de Chile fue “la promoción de los Derechos Humanos”, cuestión que para Jofré implica una paradoja, dados los constantes cuestionamientos que el Estado ha recibido (a nivel local e internacional) sobre la materia.
“El que Chile se haga presente en un Consejo de Seguridad que se supone en su seno tiene la protección de esos derechos, es una contradicción, una paradoja, que necesita resolver. Porque no solo hay que ser miembro de una organización que tiene en su seno la defensa de los derechos humanos, sino que efectivamente ser respetuoso de ellos”, señaló.
Los otros países que pasarán a conformar el consejo ampliado en calidad de no permanentes son Lituania, Nigeria, Arabia Saudí y Chad.