El Ministerio de Educación dio a conocer un nuevo convenio de rescate para los estudiantes de la Universidad del Mar, que fue cerrada el año pasado por los incumplimientos en que incurrió porque sus dueños sacaban los fondos para otros fines, es decir, porque lucraba a través de empresas relacionadas.
El convenio beneficia a cerca de 450 estudiantes no médicos de la salud, de la sede de la Universidad del Mar en la comuna de Maipú, quienes terminarán sus estudios en la Universidad Católica Silva Henríquez. Ésta recibe 400 millones de pesos del fisco y un millón por estudiante por concepto de beca.
La presidenta del centro de alumnos de la clausurada sede, Paola Zapata, expresó que la firma de este convenio ha significado un proceso muy largo.
“Lo asemejamos a un partido de fútbol, porque hoy día jugamos en el área grande. Nos costó, a través de todas las federaciones a nivel nacional de la Universidad del Mar el poder unificar criterios en reuniones, en ir al Congreso, en ir a las sesiones especiales, en venir a reuniones ministeriales. Y ahora empezamos en el área pequeña, a ver qué le falta a cada alumno”, expresó.
La Universidad Católica Silva Henríquez (de vertiente salesiana) resaltó a través del rector Jorge Baeza, que esta institución no tiene fines de lucro.
“Creo que todos lo saben, somos una de las instituciones más limpias que podríamos calificar dentro de Chile, somos una institución que no tiene ninguna empresa de servicio incorporada, somos una institución que el 100% de lo que ingresa se reinvierte única y exclusivamente en los estudiantes. Por lo tanto, nuestra preocupación son los estudiantes”, aseguró.
Por su parte, el subsecretario de Redes Asistenciales del Ministerio de Salud, Luis Castillo, informó que el convenio incluye compromiso estatal para que los estudiantes de kinesiología, nutrición, fonoaudiología, y enfermería hagan sus prácticas y pasantías.
“Lo que hoy día se está haciendo es asegurar cupos para que puedan tener las prácticas clínicas en las áreas y los servicios de salud respectivos, de manera que puedan concluir sus estudios y sus pasantías clínicas”, manifestó.
A su vez, la ministra de Educación, Carolina Schmidt, reveló la mayor dificultad de buscar solución para todas las sedes de la Universidad del Mar.
“La Universidad del Mar, como creció fuertemente mediante la compra de distintas universidades, cada una tenía su propio marco legal regulatorio y también académico. Entonces, no existía una solución que nos permitiera dar cabida a todos los alumnos de las diversas sedes de la Universidad del Mar”, expresó.
Pese a lo anterior, el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad del Mar, Raúl Soto, criticó que se busquen soluciones “por goteo” para cada sede.
“Ahora, en líneas generales, nosotros pensamos que sigue siendo discriminatorio el hecho de que se esté firmando convenios de manera adelantada y no haya sido una medida transversal para todas las sedes, ya que mientras se están entregando beneficios a algunos compañeros en algunas regiones, en otras sentimos la precariedad y la incertidumbre. Como es una universidad privada y en la Constitución se encuentra garantizado el derecho a la propiedad privada, el Estado se encuentra atado de manos, según ellos, para poder realizar algún tipo de solución transversal asumiendo el la administración de la Universidad del Mar”, afirmó.
Sobre este tema, ya se han formado convenios con las universidades de Magallanes, de Antofagasta y Católica del Maule. Falta solución para los estudiantes de Temuco, Copiapó y sobre todo los mil estudiantes de la sede de Viña del Mar, que serían traspasados a la Universidad de Playa Ancha.