Un llamado a devolver la tuba del solista Carlos Herrera hicieron los músicos de la Orquesta Sinfónica de Chile.
El instrumento fue sacado desde el automóvil del músico, estacionado junto a un restaurante de la comuna de Colina, durante la tarde del miércoles 9 de octubre, sin que hasta la fecha haya podido recuperarse.
Esta pérdida ha perjudicado no solamente al instrumentista, sino también a la orquesta, porque es una pieza indispensable para el correcto desempeño de la agrupación orquestal, que ofrece conciertos los viernes y sábado en el Teatro Universidad de Chile, como parte de su temporada oficial.
El concertino de la agrupación, Alberto Dourthé, dijo que el instrumento -marca Wilson modelo L 100- “es una pieza muy especial que está hecha para las necesidades de una orquesta como la Sinfónica de Chile, en cuanto al sonido y la cantidad de volumen que puede sacar frente a la orquesta”, enfatizando que “no es una tuba que puede ser utilizada en cualquier circunstancia”.
Dourthé enfatizó que es muy difícil encontrar una tuba de estas características, salvo en Estados Unidos, por lo que llamó a quien la tenga o sepa algo “a ponerse una mano en el corazón y entender. Más allá de que puedan venderla o reducirla, finalmente, a nadie le sirve como a nosotros”.
“Estamos dispuestos a pagar una recompensa a la persona que deje esta tuba en el Teatro o en algún lugar como una iglesia. Necesitamos que este instrumento llegue de nuevo a las manos de nuestro tubista”, recalcó.
“Entendemos que a veces hay necesidades en nuestro país que hacen que la gente realice actos que hacen daño a terceros, porque en este caso específico, están quitándole su arma de trabajo a un músico y perjudicando a una agrupación que es la única orquesta sinfónica que se dedica a ofrecer conciertos durante todo el año, llevándole nuestra música a la comunidad”, añadió Dourthé.
Por su parte, el presidente de la Comisión Técnica de la Sinfónica, Daniel Zelaya, explicó que la situación afecta el desempeño del grupo, que no cuenta con un instrumento de buena factura para su trabajo: “Tocar con un instrumento de peor calidad perjudica a nuestro compañero y a todos nosotros. Para Carlos Herrera resulta muy duro sicológicamente trabajar así, por eso pedimos que la devuelvan. Recuperarla es una necesidad musical de toda la orquesta”, dijo.
Los músicos de la Sinfónica pidieron que cualquier información sea entregada en el Teatro Universidad de Chile (Providencia 043, Metro Baquedano) o telefónicamente en el 29782484.