En 1967, Juan Mateo O’Brien era uno de los cantantes y guitarristas de Los Vidrios Quebrados, banda que ese año publicó el que sería su único disco de larga duración. Fictions tenía doce canciones originales, en sintonía con la emancipación juvenil del momento, y consagró al grupo como uno de los más avanzados del rock chileno, en una época dominada por las versiones de canciones extranjeras.

La banda se separó a fines de esa década y sus integrantes tomaron distintos caminos. O’ Brien vivió en Suecia, Francia y Estados Unidos y retornó al país, pero se mantuvo alejado de la música.

Eso, hasta que en 2004 el periodista Gonzalo Planet, bajista de Matorral, publicó Se oyen los pasos, el libro que relata la historia de esos primeros rockeros locales. Entonces fue cuando O’ Brien comenzó a presentarse, ocasionalmente, junto a algunos miembros de Matorral, para recrear en vivo el repertorio de Los Vidrios Quebrados.

Los Vidrios Quebrados

Pronto, sin embargo, surgió la necesidad de dar otro paso: “Una vez que hicimos varias presentaciones, me empezó a ocurrir algo que le pasa a gente que está en el negocio de la música: uno empieza a sentirse repetido cuando no hay aportes nuevos y solo vives de la nostalgia y el pasado. Por lo tanto, sugerí a Felipe (Cadenasso, vocalista de Matorral) y Gonzalo que trabajaran un material nuevo, en el cual ellos escribirían la música y yo haría las letras y cantaría”, explicó O’ Brien, en conversación con el programa Radiópolis de Radio Universidad de Chile.

Así, junto al baterista Esteban Espinosa, el guitarrista Enrique Garcés y el tecladista Juan Pablo Candia, dedicaron el año pasado a registrar diez nuevas canciones que han sido publicadas bajo el título Gran avenida.

Ese nombre y la carátula -una fotografía en calle Nueva York- anuncian desde el comienzo el carácter urbano del disco. Incluso, la idea era más específica: uno de los títulos tentativos era Santiago, pero la edición de un poemario de Eduardo Parra (Los Jaivas) con el mismo nombre los hizo desechar la opción.

Aun así, permanecieron canciones como “Tristezas de Santiago” y “Angelito de la capital” y referencias a Pocuro, La Reina, el Transantiago, los barrios Avenida Matta y Estación y, por supuesto, la Gran Avenida.

“Era algo que estaba absolutamente decidido desde antes”, indicó O’ Brien. “Me interesa que la música refleje la ciudad, porque hicimos Los Vidrios Quebrados lo pensando en Inglaterra y Estados Unidos, entonces ahora tocaba pensar en Chile. También es parte de mi evolución como persona, en la que me dejo caer en este país, donde quiero quedarme y morir. Se trata de dejar de lado el inglés y el francés y concentrarme en el castellano, que es lo que hablo y escribo menos mal”, añadió.

Por su parte, Gonzalo Planet destacó que uno de los objetivos era no citar el sonido de Fictions, el único LP de Los Vidrios Quebrados: “Es un disco muy importante y ha sido muy influyente para mucha gente, pero ha pasado harto tiempo, entonces no nos entusiasmaba mucho hacerle una segunda parte. También queríamos que el disco tuviera vida propia, más allá del pasado de cualquiera de los músicos que estaba involucrado”, dijo.

En ese sentido, el bajista de Matorral afirmó que “una de las cosas que nos estimuló para trabajar con Juan era que no tenía una visión retrospectiva de hacer un disco. En su posición, tal vez, algunos contemporáneos de él habrían decidido hacer una continuidad, lo que habría sido bastante lógico y cómodo para tocar en vivo y conectar con el legado de Los Vidrios Quebrados. A nosotros nos entusiasmaba que él quisiera hacer algo nuevo y mirar hacia adelante”.

Gran avenida se encuentra disponible para descarga gratuita en el sitio Portaldisc y en el primer trimestre de 2014 también será publicado en formato de vinilo.