Este miércoles se presentó la “Campaña Nacional por un Trabajo Digno”. La iniciativa busca denunciar las discriminaciones y las condiciones de precariedad que sufren las trabajadoras de casa particular.
Además de insistir en la necesidad de un proyecto de ley que modifique las jornadas de trabajo, los descansos y la composición de sus remuneraciones, Ruth Olate, presidenta del Sindicato de Trabajadoras de Casa Particular, hizo un llamado a los involucrados a hacerse cargo de esta realidad.
“Las trabajadoras somos objetos de discriminación de clase y género. La realidad está marcada por precariedad e informalidad, es por ello que hoy lanzamos esta campaña para hacer un llamado público a las autoridades para demostrar la urgencia de un trabajo digno, y la necesidad de ratificar el Convenio 189”, señaló.
Cabe recordar que las trabajadoras de casa particular se han manifestado a lo largo de este año. El 21 de noviembre celebraron su día nacional, instancia en la que organizaron cacerolazos por el barrio alto y realizaron un seminario en el Congreso Nacional.
Según la Encuesta Nacional de Empleo, Trabajo y Salud sólo un 24,6% de las trabajadoras tienen acuerdos sobre sus condiciones de empleo, siendo que, se calcula, existen alrededor de 330 mil trabajadores.
Ante lo anterior, Bárbara Figueroa, presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), enfatizó en la necesidad de reivindicar los derechos de las y los trabajadores y encontrar respuestas concretas a sus demandas.
“Necesitamos políticas de igualdad justa en materia salarial, pero también de dignidad y devolver derechos básicos. No basta con bonos, devuélvanos la libertad sindical, el derecho a huelga, y nosotros hacemos el resto de la pega. Tenemos historia y hemos aportado no sólo del rol de movimiento sindical en lo laboral, sino en la profundización de la democracia”, señaló.
El ministro del Trabajo y Previsión Social, Juan Carlos Jobet, explicó en su última intervención que lo principal del proyecto ley que impulsa el Gobierno en este tema es la reducción de 72 a 45 horas de jornada laboral. Sin embargo, aún no se vota el proyecto, por lo que las trabajadoras siguen en las mismas condiciones.
La actividad contó con el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Alicia Díaz, representante de la institución, se manifestó preocupada por las condiciones laborales de estas trabajadoras.
“Tenemos leyes, fiscalización, cierta institucionalidad, pero no opera para este tipo de trabajos. Dificultades en las cotizaciones, en el contrato, hay problemas de fiscalización y nos encontramos con que el sistema de cuidado debe mirarse en amplitud mayor”, indicó.
Finalmente, Melissa Sepúlveda, presidenta de la Federación de estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), anunció que se sumarán a las demandas de los trabajadores en la una búsqueda de superación de la discriminación y la justicia social. Recordemos que la semana pasada, dirigentes universitarios también se reunieron con funcionarios de distintos sindicatos para retomar alianzas que reflejen un trabajo conjunto.