La vida privada de Hollande eclipsa los retos económicos

El presidente francés celebra este 14 de enero una rueda de prensa, cuatro días después de las revelaciones de la revista People Closer sobre su presunta relación amorosa con una actriz y la noticia de la hospitalización de la primera dama. Sus anuncios económicos podrían pasar a un segundo plano.

El presidente francés celebra este 14 de enero una rueda de prensa, cuatro días después de las revelaciones de la revista People Closer sobre su presunta relación amorosa con una actriz y la noticia de la hospitalización de la primera dama. Sus anuncios económicos podrían pasar a un segundo plano.

¿Evocará Hollande este martes su presunto idilio con Julie Gayet? ¿Hablará el presidente de la actriz de cine y televisión? Y sobre su actual pareja, la primera dama Valérie Trierweiler, ¿mencionará su hospitalización que empezó el viernes pasado tras las revelaciones de Closer? ¿Publicará el palacio del Elíseo un comunicado antes de la rueda de prensa para aclarar definitivamente la situación o lo hará él durante la conferencia de prensa?

Estos interrogantes sobre la vida privada del presidente, que se plantean los medios y numerosos ciudadanos, podrían hacer pasar a un segundo plano los anuncios económicos que debía hacer el mandatario francés en la conferencia de prensa de esta tarde, delante de unos 600 periodistas.

Hollande se estaba preparando para detallar el contenido de su nueva política social-liberal que ya había esbozado en su discurso de fin de año. En particular, un pacto con los empresarios para fijarse como objetivo la creación de miles de empleos a cambio de algunas medidas para incentivar el sector, principalmente una baja de los impuestos.

Hollande se encuentra en este momento empantanado en el folletín Gayet, el cual incomoda a la izquierda, en particular a los socialistas, y permite a la oposición de derecha denunciar el descrédito de la función presidencial. Políticos cercanos a Hollande lo han defendido diciendo que a los franceses no les importa esta historia por considerar que lo que deben hacer sus dirigentes es “solucionar los problemas de los ciudadanos” y no los “problemas de pareja”.

Éste también ha sido uno de los ángulos de ataque de los detractores del mandatario, al que reprochan no estar dedicado 100% a enderezar el país sino en citas galantes. Otros lo critican por razones de seguridad ya que se expuso innecesariamente. Varios medios han resaltado el hecho de que el mandatario se desplazaba de noche en moto con un solo escolta, el cual, según el testimonio del paparazzi de Closer, no permanecía en la zona garantizando la protección del jefe de Estado.

El diario Le Monde evocó un mal funcionamiento de los servicios del Elíseo, dado que no verifican que no hubiera ningún elemento problemático para la seguridad del presidente en el apartamento, situado cerca del palacio presidencial.

Hollande, que prometió durante su campaña ser un presidente “normal”, ha quedado atrapado en el viejo debate entre lo público y lo privado: aunque se trate de una historia que concierne solamente al hombre, Hollande no puede evitar que ésta haya saltado a la esfera pública y perturbe la comunicación del presidente.





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