Desde esta semana, el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos se convertirá también en un escenario para el teatro. Por primera vez, sus instalaciones acogerán cinco montajes, como parte del ciclo Memoria Escénica.
El evento se desarrollará entre este jueves y el 1 de febrero, con cuatro compañías chilenas y una argentina, que abordan el tema de la desaparición, rescatan el trabajo de las brigadas muralistas y revisan la figura del dictador Augusto Pinochet, entre otros temas, abarcando además la danza, la música y otras disciplinas.
El ciclo comienza a las 20 horas de este jueves con Allende, la muerte de un presidente, basada en un texto del dramaturgo argentino Rodolfo Quebleen que relata las últimas horas del presidente al interior del palacio de La Moneda que tendrá su estreno en Chile.
El montaje es dirigido por Norberto Gonzalo y protagonizado por Jorge Booth, quien explicó a Radio Universidad de Chile que “es una obra unipersonal: estoy solo en La Moneda, reflejando la soledad de Allende cuando tuvo que enfrentarse con el Ejército y la Aviación que lo bombardeaba, solo junto a un puñado de amigos y guardias que lo defendieron”.
“La obra muestra eso y busca desnudar los pensamientos e ideas de Allende, tomando partes de discursos y metiéndolos como si fueran sus pensamientos. Eso es lo que la gente va a ver: la escenografía, el lugar y el ambiente son el escritorio del presidente en La Moneda y lo que se cuenta son esas horas del 11 de septiembre de 1973”, dijo el intérprete argentino, quien antes del estreno del montaje en Buenos Aires, en septiembre pasado, pasó unos días en Santiago preparando el personaje.
Este jueves también se presentará Baile ausente de un arcángel, de la compañía La Huella Teatro. La obra relata la historia de Benilda, una mujer que busca a su hermano Mariano, devoto promesante y bailarín de la fiesta de la Virgen de Guadalupe de Ayquina, tradicional del norte de Chile.
Baile ausente de un arcángel
Aunque el trabajo no aborda explícitamente el tema de los desaparecidos en dictadura, se vincula indirectamente. La directora Alejandra Rojas sostuvo que “es un vínculo visual, aunque ella busca a una persona que se podría haber perdido ayer. Hay un lenguaje que nos lleva al tema de la pérdida: está en la puesta en escena, en todo lo visual, en la escenografía y en los textos. Hay varios momentos en que la obra denota lo que está pasando. El discurso, en el fondo, tiene que ver con la verdad, con buscar y con los Derechos Humanos”.
El ciclo Memoria Escénica también contempla las obras Vulkaan, basada en la desaparición del joven holandés Maarten Visser en el volcán Osorno, en 1985; Brigadas, que aborda el trabajo de grupos como Ramona Parra, Rolando Matus e Inti Peredo; y Pinochet, que repasa la biografía del dictador y tendrá funciones gratuitas, entre el 30 de enero y el 1 de febrero.
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