La exposición del chileno Sebastián Thomas, “Retratos: Categoría y Similitud – Migrantes y Refugiados”, contempla una serie de imágenes de hombres y mujeres pertenecientes a los cinco continentes, que han vivido la situación extrema de salir de sus países y que actualmente tienen residencia en la comuna de Quilicura.
Para Thomas, el objetivo de la muestra es hacer una invitación a abandonar la categorización de las personas, es decir “que podamos ver a los demás desde un punto más símil, desde los actos cotidianos, desde las emociones, el amor, las ganas de salir adelante y querer ser felices. Es por esto que la fotografía es el lugar de encuentro y reconocimiento”, señaló.
Asimismo, busca reflejar las experiencias y carencias sociales y económicas, siendo en muchos casos la precariedad, el dolor, el abandono y sacrificio los que priman. Es por esto que al rostro se suman mensajes personales como “seamos más tolerantes para que podamos vivir mejor” o “no todos los chilenos te discriminan”.
El fotógrafo destaca la reflexión en torno a dejar de lado las diferencias, porque considera que “los refugiados y migrantes no lograron paz, igualdad, respeto, amor y aceptación en su país de origen y la adversidad es lograrlo en esta tierra”. En este sentido, las miradas y expresiones son reflejo de la marginalidad y de un constante trabajo por la integración y aceptación.
Esta es la segunda parte de un trabajo que comenzó en 2012, con la muestra de presas y presos de cárceles de Santiago, manteniendo la misma inquietud de generar igualdad.
La exposición se lleva a cabo en la sala Joaquín Edwards Bello, Centro Cultural Estación Mapocho desde el 14 de marzo al 20 de abril, con entrada gratuita.
Abuso y fotografía
“El grito del silencio”, así se llama la muestra de la artista visual mexicana Karina Muench, quien mediante retratos, video y lienzos busca reflejar el abuso, opresión, discriminación, maltrato físico, sexual, psicológico, y las consecuencias familiares, producto de la violencia de género sufrida por mujeres bolivianas.
El proyecto denuncia, informa y da testimonio de una realidad que existe en todo el mundo, donde el sistema patriarcal genera índices altos de violencia y discriminación, sobre todo, porque la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un estudio hecho en 2013, un 35 por ciento de la población mundial femenina ha sufrido violencia de pareja o violencia sexual por terceros en algún momento de su vida.
En este sentido, si bien las mujeres son mayoría en número de población, sin duda siguen siendo minoría en términos de igualdad y maltrato. Ante esto, la directora de Cultura del Centro Cultural Estación Mapocho, María Gracia Valdés, señaló que “aquí hay una búsqueda de justicia durante años que no se encuentra, porque no hay voluntad política y conciencia, no existen las instituciones y todavía prevalece el machismo”.
Por su parte, la autora indicó que ha sido un proyecto trascendental ya que se involucró en la vida de estas mujeres para poder lograr la expresión en el rostro sin tener que mostrar golpes, sangre o cadáveres. “Mi objetivo es mostrar estas mujeres como seres humanos con pureza, el cuerpo representa algo importante, el cuerpo es herido y lastimado. Quiero devolverles la dignidad y a la vez transmitir el dolor por medio de una simple expresión”, indicó.
La muestra contempla una serie de retratos que reflejan el valor de perder el miedo a ser señaladas y criticadas, en una sociedad que valida la transgresión. Está acompañada de 23 lienzos escritos por las mismas víctimas, quienes apuntan a la sanación y denuncia de una realidad cotidiana. Además contempla los testimonios de familiares, el dolor de la pérdida y la urgencia de justicia. Finalmente, está la realización de un documental que contiene la profundización del testimonio de las mujeres.
La muestra se encuentra en la Galería Bicentenario, Centro Cultural Estación Mapocho, desde el 14 de marzo al 20 de abril, entrada liberada.