Aunque la familia del Nobel de Literatura seguía guardando un completo hermetismo el sábado, el embajador de Colombia en México, José Gabriel Ortiz, confirmó la cremación del escritor.
Ortiz, que habló con la prensa tras visitar a la viuda de García Márquez, Mercedes Barcha, dijo que la familia aún no ha determinado si las cenizas se dividirán entre México y Colombia o descansarán en un solo lugar. “Están tomando la decisión sobre si las van a llevar a Colombia, si van a llevar parte”, afirmó.
México, donde García Márquez residió las últimas tres décadas, prepara un gran homenaje nacional el lunes en el emblemático Palacio de Bellas Artes al que asistirán el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y el colombiano, Juan Manuel Santos.
Mientras tanto, Colombia vivía este sábado su segundo día de duelo nacional, de los tres decretados por el gobierno. Su natal Aracataca, la tierra que lo vio nacer y crecer, y que inspiró sus obras, seguía llorando a su hijo más ilustre. Al igual que en otros lugares de Colombia, desde anoche han aparecido en el pueblo textos e imágenes del más influyente escritor latinoamericano, para recordar su obra, un legado literario que será eterno e incomparable para muchos.
Por el momento no se han dado a conocer oficialmente las causas del fallecimiento de García Márquez. El escritor se encontraba bajo vigilancia médica en su casa desde que el 8 de abril abandonara un hospital en el que estuvo ingresado por neumonía.
El diario mexicano El Universal asegura que el novelista también sufría una recaída y expansión del cáncer linfático que padeció 15 años atrás. La emisora colombiana Caracol Radio reportó que, según una persona de su entorno, el escritor sufrió “una insuficiencia renal y luego una respiratoria que lo hizo colapsar”.