Expertos alertan por eventual ejecución de 683 opositores en Egipto

Diplomáticos y analistas internacionales coinciden en que la comunidad internacional desatiende la sentencia de muerte al líder de los Hermanos Musulmanes y cientos de sus seguidores, decretada este lunes por un juez y considerada jurídicamente aberrante.

Diplomáticos y analistas internacionales coinciden en que la comunidad internacional desatiende la sentencia de muerte al líder de los Hermanos Musulmanes y cientos de sus seguidores, decretada este lunes por un juez y considerada jurídicamente aberrante.

El tribunal de Minya condenó a muerte este lunes a Mohamed Badía, líder de los Hermanos Musulmanes y a 682 presuntos islamitas por haber participado en manifestaciones violentas el 14 de agosto del 2013.

La sentencia destaca por sobre la efectuada hace un mes cuando el tribunal condenó a 529 personas a muerte.

Coincidentemente, el tribunal de Asuntos Urgentes de El Cairo ha ilegalizado el movimiento juvenil 6 de abril, una de las organizaciones laicas que protegió las revueltas que derrocaron a Hosni Mubarak en 2011.

El ex embajador de Chile en Egipto, Samuel Fernández, explicó que “la inseguridad en el país de las pirámides ha hecho que el turismo baje en casi un 70 por ciento, lo que significa la ruina para el lugar, en consecuencia, los ciudadanos en contra de los Hermanos Musulmanes han pedido que vuelvan a gobernar los militares, tipo de administración históricamente constante después de la caída del Rey Faruq”.

De este modo,  el diplomático advirtió que la mano dura de la actual dirección egipcia, justo en los momentos en que se está eligiendo al presidente,  podría provocar reacciones violentas en la población.

“Van a tener aún más ganas de hacer actos de violencia y pueden crear una situación muchísimo más grave sin ninguna negociación con el poder porque si hay aunque sean unos pocos sentenciados a muerte que se les cumple la condena cortan absolutamente la única posibilidad de diálogo que puede haber entre el Gobierno y los Hermanos Musulmanes. Otra cosa es que estén prohibidos, otra cosa es que no puedan actuar, pero otra cosa es ajusticiarlos”, explicó.

Fernández añadió que todos los países han reaccionado considerando una demencia que se mate a casi 700 personas, especialmente porque los que repusieron la dictadura y han ejercido represión violenta no tienen condena. Esa contradicción es la que hace que no sea aceptable por la comunidad internacional.

En el mismo sentido, la directora del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de la Universidad de Santiago, Olga Ulianova, afirmó que mientras se trata de declaraciones y no de la materialización de las ejecuciones, las naciones del mundo prefieren callar.

“Ocupada de la crisis en Ucrania, de la visita que está realizando ahora el Presidente Obama al sudeste asiático. La Unión Europea y los Estados Unidos están ocupados de sus propios problemas económicos en estos momentos y también hay cierta percepción de que habrían habido demasiadas expectativas que no se cumplieron en relación con la Primavera Árabe, que las fuerzas que llegaron democráticamente al poder resultaron ser en muchos casos más autoritarias, extremistas y vinculadas con los grupos considerados terroristas por la misma comunidad internacional”, indicó la académica.

Respecto del futuro de Egipto, Olga Ulianova indicó que las únicas alternativas fácticas que disputan el poder son Los Hermanos Musulmanes y los militares. En efecto, “el mal menor al que se ha inclinado la sociedad egipcia es el régimen militar, autoritario, laico, nacionalista y más desarrollista en cuanto a sus políticas económicas” expresó la analista internacional.

Por último, se espera que la máxima autoridad religiosa del país, el Gran Muftí de Egipto, se pronuncie sobre la sentencia, para que el 21 de junio el juez Said Yusef dé a conocer su determinación final.





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