Con el propósito de rescatar el mundo mágico y mitológico de los tradicionales cuentos rusos, editorial Krakovia producciones presenta “El Soldado y la muerte” en una publicación de alta belleza estética gracias a las pinturas elaboradas especialmente por la artista polaca Joanna Styrylska.

En un encuentro que se realizará en el Instituto de Cultura Rusa (Ejército 57) el próximo 30 de mayo a las 18 horas, la escritora de cuentos infantiles Alicia Salinas, presentará el libro junto al editor Francisco Bascuñán, y el director de Krakovia producciones, Francisco Bassigna.

El cuento relata la historia de un soldado muy generoso que luego de estar en la guerra, recibe un singular regalo de un hombre aparentemente pobre y perdido: un saco mágico. El militar sigue su camino y emplea su saco de acuerdo con los obstáculos y necesidades que se le presentan. Un día el zar enfermo de muerte, le pide que haga algo por él. El soldado decide, entonces, atrapar a la muerte. Pero no contó que al alterar el orden natural las cosas se complicarían. Al no morir nadie, las enfermedades y sufrimientos se prolongaban indefinidamente. Eso lo hizo reflexionar y liberar a la muerte para que cumpliera su misión natural.

“Nuestro propósito es mostrar el mundo popular ruso cuya literatura es universal y está vigente. En ella se mezclan cientos de imágenes fantásticas. En este sentido, el libro toma como modelo la tradición eslava donde la imagen es un actor decisivo frente al texto y donde grandes artistas plásticos ponen al servicio de la literatura todo su oficio y disciplina”, explica Francisco Bassigna, director de la editorial quien vive la mitad del año en Polonia.

El texto, también, es un homenaje a Aleksandr Afanasiev, quien en el siglo XIX rescató más de 600 relatos populares que plasmó en una serie de cuentos de ocho volúmenes.

El libro podrá adquirirse en librería especializada “Plop” y en Antártica.

Ficha Técnica:

Editorial Krakovia producciones:

Texto original: Aleksandr Afanasiev

Pinturas: Joanna Styrylska

Diseñador: Sebastián Olivari