Luego de una semana de negociaciones con los ministerios de Salud y Obras Públicas, los distintos gremios que componen el Hospital Salvador y el Instituto de Geriatría votaron la paralización de sus actividades de manera indefinida.
Trabajadores de todas las áreas del recinto público pospusieron durante siete días esta decisión, a la espera de un pronunciamiento claro por parte del Ejecutivo, en rechazo al modelo de concesiones que se arrastra del gobierno anterior.
En la radicalización del movimiento, anunciada por los paralizados funcionarios, este miércoles los trabajadores se tomaron la avenida El Salvador rumbo al ministerio de Salud para pedir respuestas oficiales al problema.
Luego de las falencias evidentes en la construcción y funcionamiento de los hospitales de Maipú y La Florida, distintas organizaciones han denunciado las presiones de un sector de la Democracia Cristiana, apuntando directamente a Ignacio Walker como lobbista a favor de externalizar la construcción y servicios asociados a los centros de salud.
Las presiones de los trabajadores revirtieron el proceso en el Hospital Sótero del Río. Sin embargo, aún queda la opción de que sean concesionadas la reposición de los hospitales Salvador-Geriátrico y el Hospital Santiago Occidente (ex Félix Bulnes).
En una reunión clave de este lunes, la ministra de Salud, Helia Molina, les informó que no bajaría el proceso de concesión, lo que provocó esta nueva movilización.
Según el presidente de la Federación de Profesionales de la Salud (Fenpruss) del Hospital Salvador, Raúl Villanueva, hay muchas presiones para que siga manteniendo la posibilidad de lucrar con la salud pública.
“Nosotros teníamos la convicción del ministerio de Salud diciendo que las concesiones son malas, por el costo que significa al Estado y desde el punto de vista de la operación y gestión. Sin embargo, hay un sector político, que es la Democracia Cristiana, que ha estado generando acciones de lobby y campañas mediáticas en defensa de intereses que desconocemos”
Desde la interna de los trabajadores aseguran que el mismo Enrique Accorsi, asesor de la ministra Helia Molina, les habría llamado para decirles que son las autoridades de la Democracia Cristiana del ministerio de Obras Públicas, es decir, el ministro Alberto Undurraga y el subsecretario Sergio Galilea, quienes quieren mantener el modelo de concesiones.
Karen Palma, presidenta de la multigremial del Servicio de Salud Metropolitano Oriente, quien estuvo presente en las negociaciones, señaló: “Acá no existen ministerios buenos o malos, acá hay una respuesta que debe ser contundente desde el gobierno central”.
Los trabajadores aceptarán solo una respuesta: que se termine con la concesión de hospitales, advirtió la dirigente.
“Esta decisión de asamblea es de una semana atrás. Los trabajadores dieron un espacio de siete días para generar las conversaciones pertinentes con el Minsal y el MOP para revertir esta medida. Se entregó una carpeta con los hechos históricos, jurídicos y técnicos fundamentando por qué hay que terminar con la concesión. Esta fue entregada a la Presidenta y ella mantuvo su decisión”
“Estamos decepcionados, nosotros no sólo llevamos estas justificaciones, sino que además ocho mil firmas, pero no hay voluntad”, apuntó Jorge Acuña, dirigente de Fenats.
La paralización iniciada la mañana de este martes no contó con la adhesión de los médicos, pero sí con su apoyo solidario hacia los gremios, hecho inédito que fue destacado desde todos los sectores.
La médico internista Ana María Arriagada, entregó su apoyo en representación de su gremio, quienes discutirán en los próximos días una posición más clara sobre su rechazo al sistema de concesiones.
“La idea es conversar con la gente del ministerio. Sentimos profundamente la ausencia de ellos en esta discusión. Si bien ellos dicen estar ideológicamente en contra de las concesiones, ahora están según ellos atrapados en aprobarla porque ya fue aprobada legalmente por Contraloría. Ahora necesitamos que nos vengan a explicar el zapato chino en que nos encontramos”
Matías Goyenechea, director de la Fundación Creando Salud, valoró la decisión de los trabajadores y destacó su pelea por “doblar la mano a quienes lucran sin considerar criterios sanitarios ni calidad en la asistencia, como ya se ha visto en los nuevos hospitales concesionados.