El protocolo de acuerdo entre el gobierno y la oposición para aprobar la Reforma Tributaria y las declaraciones de la propia Presidenta Michelle Bachelet, que apuntan a buscar los acuerdos que sean necesarios para sacar adelante las reformas, hacen pensar que es el regreso de la política de los consensos que usted ha criticado.
Tiene olor a LEGE, un perfume que yo no quise echarme. Me preocupa porque, si iban a hacer acuerdos, hubiera preferido acuerdos para el cobre, para el IVA, para el activo financiero, en fin.
El acuerdo es malo porque no recauda lo que se necesita. Porque le cambia nombre al FUT. Es el equivalente del acuerdo de 2007.
Los empresarios están celebrando. Es bueno dialogar y negociar, pero el acuerdo fue más favorable para los que más tienen que para los que queremos reducir la desigualdad.
Lo más probable es que se prosiga con esta metodología de acuerdos para sacar adelante las otras reformas
El drama de los acuerdos apunta a dónde se hacen ¿Se hacen precarizando el impulso de cambio o fortaleciendo el statu quo? En esa ecuación es que creo que la LEGE fortaleció el statu quo y por eso voté en contra. Esta Reforma Tributaria hay que aprobarla porque es un primer paso, es como el ajuste tributario de Piñera de dos mil millones de dólares. Era difícil oponerse a un impuesto específico más alto ¿Habría votado en contra? No estoy tan claro.
Pero era un ajuste, esta es una reforma que planteaba la idea de equiparar un poco la cancha y contribuir a terminar con la inequidad
Es que es insuficiente, con tres puntos del PIB no vas a financiar Salud, Educación y Jubilación. No les va a alcanzar. Nosotros la valoramos como un primer paso. Suficiente no es, buena no es, ocupa herramientas equivocadas, más aún en un país que exporta cobre.
Más allá de la Reforma Tributaria ¿Qué opina de cómo se están haciendo las cosas? La política de ingresar proyectos de ley sin trabajo previo y de buscar acuerdos en la marcha, reformándolos para buscar consensos ¿Se está dejando de lado el fondo por cuidar la forma?
Yo creo que se está avanzando equivocadamente en el orden de las reformas, el orden de los factores sí altera el producto, y en Educación es evidente. Lo mismo en lo comunicacional, veo ministros que son malos voceros de sus reformas. A nosotros los progresistas, que hemos defendido tantos años las reformas Tributaria y Educacional, estamos complicados, porque no votamos por ellos, no los habríamos nombrado ministros, ni de Educación ni de Hacienda, porque no compartíamos el programa y una Presidenta que hizo exactamente lo contrario cuando fue Presidenta, hoy defiende causas parecidas. El arte del acuerdo, a mi juicio, en la Reforma Tributaria se hizo sin escuchar a todo el mundo. Nosotros no fuimos recibidos por Alberto Arenas, habiendo pedido audiencia.
¿Se echó ya el perfume que no le gustaba al apoyar las cusas de Michelle Bachelet, así como se está conduciendo la política, no se están dejando estas mismas de lado?
Depende. Apoyar el fin a la selección en los colegios es una buena causa. Lo que pasa es que ellos mismos la están defendiendo mal, pero terminar con selección de alumnos es bien fundamental.
¿Qué pasa con la nueva Constitución? La Presidenta Bachelet señaló que esperan enviar un proyecto recién el próximo año, a pesar de que en comienzo se había comprometido a este año. Tampoco se ha conseguido instalar la opción de Asamblea Constituyente, que era la que usted defendía
Por eso nosotros no somos parte de la Nueva Mayoría ni del gobierno. Es re complejo. Si nosotros hubiésemos sido gobierno habríamos terminado con la selección, con el lucro, con el copago. Habríamos hecho Simce a los profesores, deuda histórica, contenidos educativos, televisión. Habríamos hecho mucho más. Si hubiésemos sido gobierno habríamos hecho Reforma Tributaria con cinco puntos del PIB. Pero no somos gobierno, y creemos que se está desaprovechando un momento económico de Chile y una mayoría. En la Asamblea Constituyente tenemos una gran diferencia. Creo Michelle Bachelet que va a ser la primera en marchar por la Asamblea Constituyente en un año más cuando la UDI vaya al Tribunal Constitucional. Cuando la UDI se da cuenta que es un sistema contramayoritario y espurio, bloquea la voluntad popular. No tiene los votos en el Parlamento y bloquea la voluntad popular.
No es parte del Gobierno, pero igual quiere ir a primarias con la Nueva Mayoría
Eso no es cierto. Con la Nueva Mayoría y todos los grupos que están fuera del sistema.
¿Por qué querrían ir a una primaria, por qué los grupos externos a la Nueva Mayoría no van por fuera a las elecciones?
Ya lo hicimos, pero no es suficiente. Hay progresistas en la Nueva Mayoría que hay que convocarlos. Hay que armar una alternativa primero y, ojalá, construir con los progresistas de la Nueva Mayoría, no con la Concertación, un territorio nuevo. Lo he dicho así en todas las entrevistas. No ha habido coqueteo, lo que hay es diálogo. La pregunta es por qué coquetea con el Partido Humanista
Porque usted no se fue del Partico Humanista
Teníamos un pacto con ellos el 2009, que se llamaba Nueva Mayoría y nos fuimos. Es simétrico.
Usted habla de primarias con la centro izquierda ¿La Democracia Cristiana sería centro izquierda para estos efectos?
Huenchumilla en La Araucanía es claramente centro izquierda. Ignacio Walker bloqueando las reformas es derecha. Lo que no voy a hacer, porque sería obtuso, sería no relevar lo que es bueno. Si Huenchumilla desafía la política de seguridad del Estado de los últimos 40 años ¿cómo no voy a reconocer eso? Yo he dicho que hay que darles cupos parlamentarios a los pueblos originarios: lo dice Huenchumilla. Fui diputado socialista y le pedí a Andrés Zaldívar que no aplicaran la Ley Antiterrorista y no me hicieron caso. Le dije a (Felipe) Harboe, y no me hicieron caso. Huenchumilla dice que no hay que hacerlo ¿cómo no voy a reconocer en Huenchumilla que hay un ADN progresista? ¿O uno tiene que pararse en la vida como que tiene el monopolio de esa sustancia? Tampoco voy a caer en la trampa de que si converso con un socialista, es porque estoy pidiendo entrar al Partido Socialista. Conversé con Efrén Osorio y no he visto a nadie acusarme de querer entrar al Partido Humanista.
Hablando de Partido Socialista, Camilo Escalona señaló que su deseo de integrarse sólo tiene objetivos presidenciales y que eso es inconducente. Antes, Guillermo Teillier calificó su postura progresista de inocua Si ganara una primaria con la Nueva Mayoría usted también tendría que representar a estos sectores…
Usted va muy rápido, yo no estoy en periodo electoral. Yo no estoy preocupado de las elecciones, estoy preocupado de las causas. No ando buscando hacer pactos electorales, en ninguna de mis reuniones con los humanistas, ni los socialistas, ni con los que votaron por Jorge Arrate, hemos hablado de cupos
¿Hablar de primarias no es hablar de elecciones y cupos?
A la pregunta de los periodistas, después de hablar en todas las entrevistas de reformas, si me preguntas si no querría primarias, obvio que sí, si ya el 2009 yo pedí primarias para Presidente y senadores.
¿No está arriesgando mucho capital político con esta jugada? Considerando que los votos que obtuvo en las elecciones anteriores eran, en su gran mayoría, de desencantados de la Concertación…
¿Pero cuál es la jugada? Yo no me fui de la Nueva Mayoría, me fui de la Concertación.
¿Cuál es la diferencia?
Fui diputado de ella, así que lo sé. La Concertación estaba a favor de Hidroaysén, de la selección de alumnos, contra la reforma tributaria, a favor del Transantiago y de privatizar casi todos los derechos en Chile; en contra de discutir sobre el aborto y a favor de aplicar la Ley Antiterrorista y de defender a Pinochet en Londres. Y puedo seguir. Cuando veo a la Nueva Mayoría escucho ahora que no hay que aplicar la Ley Antiterrorista, que Hidroaysén es un mal proyecto, que hay que hacer primarias para todos los cargos ¿No ve usted la diferencia?
¿Y con los acuerdos a los que se ha llegado durante las últimas semanas no es una práctica al estilo de la Concertación?
No es lo mismo hacer una Reforma Tributaria que no hacerla. Yo encuentro que la Reforma Tributaria es insuficiente, que no habla de cobre, que es una reforma que yo no hubiera hecho. Lo que pasa es que veo que algunos tienen interés en escuchar una parte de lo que he dicho.
Pasa que la ciudadanía se confunde cuando usted durante la campaña criticaba los planteamientos de la Concertación y la Nueva Mayoría se llamaba Nueva Pillería.
Obvio, porque pasó algo entre la campaña y ahora presentaron proyectos que yo también hubiera presentado. Yo no soy parte de la Nueva Mayoría y del gobierno, no votamos con ellos en con Congreso, a diferencia de Revolución Democrática y de Izquierda Autónoma. No somos parte de ese juego porque no pudimos tener diputados por el sistema binominal, competimos por fuera. No colaboramos profesionalmente con el gobierno porque no queremos perder nuestra identidad porque somos distintos. Lo que es muy sorprendente es que se nos acuse de estar coqueteando porque cuando lo que hemos hecho es conversar, como lo hemos hecho son el Partido Humanista. Hay un interés de tratar de arrinconarnos, de debilitar una opción que crece todos los días.
¿No es dormir con el enemigo?
Creo que la gente valora mucho que nosotros, habiendo sido muy duros, sepamos reconocer que no tenemos el monopolio de la verdad.
Incluso han sido bienvenidos desde la Nueva Mayoría
Pregúntele a ellos.
¿Para dónde va el PRO ahora?
En las causas, no cupos. La Nueva Mayoría no tiene el monopolio del futuro. Valoramos más a la Nueva Mayoría que a la Concertación de Andrés Velasco, Ignacio Walker y Mariana Aylwin, pero nuestra prioridad es convertirnos en una tercera fuerza.
Nosotros tenemos grandes diferencia son sectores conservadores de la DC y hemos dicho que queremos primarias desde siempre. No estamos hablando de cupos electores. No hemos pedido entrar. Queremos conversar con todos. Hemos competidos tres veces por fuera y aprendí que no da, que hay que buscar mayorías en otros lados y que no estoy dispuesto a transar algunas cosas.
Yo peleé mucho más con ellos que los que hoy día se dicen alternativas. Se me acusa de romper la Concertación, de que perdieron porque fuimos implacables. Y al rupturista número uno, porque está dispuesto a escuchar, ya es parte. Repito: no estamos pidiendo entrar y no somos parte, queremos apoyar causas. Vemos preocupantemente que la Nueva Mayoría no le termina de ganar a la Concertación, más aún que la vieja Concertación logra imponer su agenda. Con la vieja Concertación tenemos poco interés en construir diálogos porque es muy difícil, porque sabemos lo que piensan.