Organizaciones sociales de Chañaral oficiaron al ministro de Medioambiente Pablo Badenier para que se pronuncie sobre la implementación de un proyecto desarrollado por la empresa Minera Playa Verde, filial en Chile de la británica Copper Bay Limitada.
La iniciativa pretende extraer el cobre depositado a pocos kilómetros del Parque Nacional Pan de Azúcar, en la Bahía de Chañaral, mediante procesos industriales de lixiviación y flotación del material de desecho industrial.
El alcalde de la comuna, el radical Héctor Volta Rojas en entrevistas a medios locales ha señalado que el proyecto puede ser incluso una forma de ayudar a descontaminar una zona altamente saturada.
De hecho, el pasado mes de mayo después de una reunión con parlamentarios del sector, se mostró muy interesado y afirmó que “es un buen proyecto” y añadió que quieren “aunar esfuerzos”, porque ya tres empresas quisieron hacer esto y abandonaron el proyecto.
Esto ha generado resistencia en la ciudadanía. Jaime Varas, acuicultor y colaborador del Movimiento Chañaral Despierta, explicó de dónde vienen las desconfianzas.
“Tienen un discurso en el que señalan, en su propia página web, que tienen las facilidades en Chañaral, porque cuentan con las autoridades políticas, además tienen facilidades por conseguir ácido porque a casi dos kilómetros en barquito, tenemos tres estanques gigantes de ácido sulfúrico que son para abastecer a la industria minera, y ellos también de jactan de eso”, afirmó yañadió que la firma tampoco muestra en sus estudios de prefactibilidad dónde va a dejar los remanentes ambientales. “Cualquier proceso minero que tenga relación con la explotación de cobre va a dejar desechos ambientales”, aseguró.
La abogada de los movimientos sociales de la zona María José Rojas, indicó que el proyecto aún no ingresa al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), por lo que no se explica que la autoridad lo ha respaldado abiertamente en los medios de comunicación y añadió que están esperando revisar la iniciativa para dimensionar su impacto.
Recordemos que Chañaral es un caso de contaminación emblemático, a nivel nacional e internacional, que incluso ha generado escenas como la del año 2003 cuando el ex presidente Ricardo Lagos Escobar se bañó en una playa que había permanecido cerrada al público por más de cinco décadas por presentar altas concentraciones de sedimentos de relaves mineros para para dar a entender que las aguas estaban limpias.
Pese a estos gestos políticos la huella de los tóxicos ha sido constatada por relevantes organismos como sostuvo el ecologista Manuel Cortés.
“El programa de Naciones Unidas para el Medioambiente determinó que Chañaral es la zona más crítica del pacífico sur en cuanto a su contaminación que data del año 1938 a la fecha”, afirmó y añadió que los planes de mitigación, como humedecer la arena para que no se levante e incluir arbustos que puedan crecer en la playa, han sido un fracaso. “Hasta ahora las iniciativas no han fructificado”, aseguró.
El ambientalista autor del libro “La Muerte Gris de Chañaral” afirmó que la situación es insostenible y que la comunidad no resiste más proyectos potencialmente contaminantes en la zona. Por lo mismo, hizo un llamado a las autoridades locales y al poder central a no seguir forzando a la comunidad a pagar el costo del desarrollo del país.