Una de las múltiples preocupaciones de Víctor Jara en septiembre de 1973 era una obra que debía dirigir para la compañía Teatro del Ángel, que se había fundado un par de años antes. La había escrito su amigo Alejandro Sieveking y la música estaba a cargo de Luis Advis, quien se encargó incluso de grabarla casi completamente.
El montaje se llamaría La virgen del puño cerrado, pero el golpe de Estado y el homicidio de Víctor Jara derrumbaron todos los planes. Se estrenó igual en noviembre de ese año bajo el título La virgen de la manito cerrada, pero varios de los miembros de la compañía luego partieron al exilio.
Fue una de las innumerables obras de teatro para las cuales Luis Advis compuso música y es una de las que recuerda el libro Reconstruyendo el sonido de la escena. Músicos de teatro en Chile 1947-1987, que acaba de publicar Martín Farías, a través de Editorial Cuarto Propio.
El autor es licenciado en Educación Musical y magíster en Musicología, pero el teatro es un ámbito que ha abordado antes. Trabajó en obras como La muerte de Pandu, de Simón Silva, y Pichannica, de Carlos Huaico, y hace dos años ya publicó Encantadores de serpientes. Músicos de teatro en Chile 1988-2011.
Fue para ese primer libro que comenzó a investigar la relación entre música y teatro y descubrió que había mucho por hacer: “En general, las grabaciones no están y lo que hay son excepciones a la regla, son hallazgos. Hay grabaciones en cassette, otras que se hicieron con grabadoras de mano en las mismas funciones y se escuchan bastante mal. La mayoría de la música no está grabada. Luis Advis, por ejemplo, compuso más de 90 obras para teatro y yo tengo una grabación y dos partituras. Eso da cuenta de que esos materiales no están, se perdieron y muchos fueron destruidos luego del golpe de Estado. En realidad, es una búsqueda muy difícil”, dijo al programa Radiópolis de Radio Universidad de Chile.
En sus más de 200 páginas, Reconstruyendo el sonido de la escena hace una aproximación al teatro chileno y su música entre 1947 y 1987 y luego se enfoca en perfiles de autores como Gustavo Becerra-Schmidt, Héctor Carvajal, Celso Garrido-Lecca, Sergio Ortega, Patricio Solovera y Vittorio Cintolesi, autor de hits radiales como “Eres exquisita”, popularizada por Los Ramblers.
Esos compositores además están presentes en una sección de fotografías donde también se puede observar, por ejemplo, a Los Beat 4 tocando para el montaje El degenéresis (1970) o a unos jóvenes Inti Illimani ensayando Los siete estados (1971) junto a Celso Garrido-Lecca.
Según Martín Farías, ese abanico de posibilidades da cuenta de la principal característica de la música en el teatro chileno: “La marca característica es precisamente la diversidad, por eso traté de dar cuenta de los diferentes fenómenos. Hay música más cercana al mundo docto, donde se utilizan cuartetos de cuerdas, piano y violín o guitarras. Por otro lado, también hay músicos populares, como Francisco Flores del Campo, el autor de La pérgola de las flores, que hacen otro tipo de música, se vinculan con otros mundos y son igualmente interesantes. También están los músicos de jazz o rock que colaboran, entonces la diversidad es tremenda”, indicó.
Reconstruyendo el sonido de la escena. Músicos de teatro en Chile, de Martín Farías, incluye también un disco con 26 grabaciones de distintos orígenes relacionadas a las obras que son revisadas en el libro.
El libro está disponible en librerías y también se puede obtener en el correo musicateatral@gmail.com.
Foto: Memoria Chilena.