Actor chileno triunfa en tablas de Nueva York

Felipe González es de los pocos chilenos que ha compartido con grandes figuras mundiales. A su juicio, la época dorada del Cine Americano se corresponde con actores discípulos de Lee Strasberg, Stella Adler o Sandy Meisner, los tres pilares del entrenamiento actoral, todos los cuales basan su enseñanza en el sistema de Stanislavski. Pretende regresar a Chile y hacer una película.

Felipe González es de los pocos chilenos que ha compartido con grandes figuras mundiales. A su juicio, la época dorada del Cine Americano se corresponde con actores discípulos de Lee Strasberg, Stella Adler o Sandy Meisner, los tres pilares del entrenamiento actoral, todos los cuales basan su enseñanza en el sistema de Stanislavski. Pretende regresar a Chile y hacer una película.

Es de los pocos chilenos que ha compartido con grandes de la escena como Roberta Wallach, Lola Cohen, Susan Grace y Hope Arthur, entre otros. Cursa ramos en el prestigioso Lee Strasberg Theatre & Film Institute de New York, desde hace un par de años. Se trata del joven actor y director chileno, Felipe González.

Cuenta que era parte del currículum, talleres con otros destacados del cine independiente y comercial como Vanessa Redgrave, Michelle Rodriguez o Vincent D’Onofrio. Esas experiencias le han permitido blindar su coqueteo con lo audiovisual. Estudió dirección en la Modern School of Film de Nueva York y es ex alumno de la Universidad Mayor. Protagonizó en Chile una adaptación de “Ánimas de día claro”, de A. Sieveking, con la compañía Teatro Chileno dirigida por Felipe Ríos.

Estima que “Chile está estancado artísticamente. Es hora de empezar a tener una mirada más vanguardista y no seguir metiendo el dedo en heridas del pasado. Los jóvenes tenemos una tremenda misión y está en nosotros la responsabilidad de agruparnos y trabajar para generar cambios sustanciales en esta sociedad”.

Dice que la formación de un actor “es más que difícil y no compatibiliza con una cultura que se rige por las reglas de la oferta y la demanda”. La vocación de un actor, añade, es un tema de vida cuya germinación feliz es un poco de azar y mucho esfuerzo personal, puntualizando que “acceder a los niveles más altos de formación, implica una enorme inversión de recursos y esfuerzos, y una expresión de confianza y fe que no todos tienen”.

Durante dos años, González estudió actuación en la Jniversidad Mayor y luego pasó al Club de Teatro de Fernando González, donde terminó sus estudios. Tras trabajar en la compañía “Teatro Chileno Presenta” fue aceptado como alumno en el prestigioso Instituto Lee Strasberg Theatre & Film Institute de New York, donde se graduó del programa intensivo de conservatorio. Durante su estadía en Strasberg participó en la ceplebración del cumpleaños 150 de Konstantin Stanislavski, lo que resultó decisivo para su formación.

A su juicio, la mayor diferencia entre la academia de Chile y EE.UU. es “que en Chile se enseña todo superficialmente. Se intenta abarcar mucho respecto de los diferentes métodos o sistemas actorales, pero al final todo queda incompleto. No se le da la importancia necesaria al proceso que Stanislavski denomina “training and drilling” (entrenar y formar), etapas de diversos ejercicios sensoriales para el entrenamiento actoral que requieren por lo menos de 3 horas de ejercicios diarios durante un periodo de mínimo 2 años”.

Indica que las diferencias entre el sistema de Stanislavski y otros como Philippe Gaulier (Clown), el teatro Kabuki (Teatro Japonés tradicional), Comedia del Arte (Italia mediados del siglo XVI), y similares, es que estas últimas son fórmulas indicativas, técnicas y estéticas, mientras el sistema Stanislavski se conforma en base al entrenamiento psicofísico (fisiológico) del actor, descrito por él como perezhivanie (re-experimentar, re-vivir eventos del pasado).

Según González, “Stanislavski fue el primer científico teatral. Mi profesor Robert Ellermann (académico de Stanislavski) lo suele comparar con Darwin, pues con el poco avance científico de su época logró descubrir el proceso fisiológico para llegar a una actuación orgánica, desarrollando ejercicios sensoriales que estimulan la memoria afectiva”.

Agrega que Stanislavski fue enfático en afirmar que sus estudios se encontraban en una etapa de desarrollo. Asimismo, dice que “a principios de 1930 una comisión especial en Rusia estaba encargada de perseguir los escritos de Stanislavski para que no escribiera textos científicos, filosóficos o religiosos. A Stanislavski le prohibieron utilizar en sus libros la frase memoria afectiva y la palabra yoga, entre otras. En los 3 volúmenes de sus libros la palabra Yoga sale escrita 4 veces.

Respecto de su influencia en EE.UU, González dice que “hay un antes y un después de la gira del Teatro del Arte de Moscú en Estados Unidos. Personajes como Lee Strasberg quien se vio encantado por sus presentaciones, decidió dedicar su vida para poder lograr algo parecido. Richard Boleslavsky y María Ouspenskaya, discípulos de Stanislavski y figuras del famoso primer estudio del Teatro de Arte de Moscú fundaron el American Laboratory Theatre en Nueva York contando con estudiantes como Lee Strasberg, Stella Adler y Harold Clurman, miembros fundadores del Group Theatre (1931-1940), fueron los primeros actores en utilizar las técnicas de Stanislavski en Estados Unidos.

A su juicio, la época dorada del Cine Americano se corresponde con actores discípulos de Lee Strasberg, Stella Adler o Sandy Meisner, los tres pilares del entrenamiento actoral, todos los cuales basan su enseñanza en el sistema de Stanislavski. A diferencia de Meisner y Stella, Straberg cree que el ejercicio de memoria emocional es fundamental para el entrenamiento actoral y es entonces que el sistema pasa a ser llamado en Estados Unidos como “The Method”.

Sobre su retorno a Chile, González señala que “tengo pensado hacer una película más adelante, cuyo guion lo escribió Karen Sotomayor, actriz chilena que también se graduó de Lee Strasberg Theater and Film Institute. He tenido la suerte de trabajar con esta actriz en todos mis proyectos, y en los cortos que hoy estamos presentando en festivales. Por ahora, estoy enfocado trabajando en proyectos en Los Angeles y New York. Ya veré más adelante cómo me acerco a Chile”.





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