Aldo Cornejo: “Soy partidario que en Chile haya un cambio de régimen político”

El presidente de la Cámara de Diputados reiteró su respaldo a los proyectos que buscan eliminar el Senado y cambiar el Congreso a un sistema unicameral. Más aún, Aldo Cornejo criticó el “exacerbado presidencialismo” que rige en el país, y reconoció ser partidario de un sistema semipresidencial o parlamentario.

El presidente de la Cámara de Diputados reiteró su respaldo a los proyectos que buscan eliminar el Senado y cambiar el Congreso a un sistema unicameral. Más aún, Aldo Cornejo criticó el “exacerbado presidencialismo” que rige en el país, y reconoció ser partidario de un sistema semipresidencial o parlamentario.

En entrevista con Radio Universidad de Chile, el presidente de la Cámara de Diputados, Aldo Cornejo (DC) reafirmó su compromiso, y el de su partido, de avanzar hacia un sistema unicameral.

Cornejo reclamó que la tramitación legislativa se dilata en demasía. “El procedimiento es muy largo, a estas alturas del siglo XXI no se justifica”, enfatizó. Esto en relación al proyecto que este miércoles presentará el diputado Gabriel Silber con el apoyo de distintas bancadas.

Sin embargo, el diputado Cornejo fue más allá y reclamó que Chile tiene “un sistema presidencialista exacerbado, que no tiene contrapeso”. “El sistema presidencial en Chile no resiste más”, agregó, argumentando que el Congreso tiene facultades disminuidas frente al Ejecutivo, lo que “no contribuye a relegitimar el sistema político”.

“Soy partidario de un sistema semipresidencial o derechamente parlamentario, en que haya un jefe de gobierno. Creo que facilitan la formación de distintas coaliciones para dar mayoría al gobierno. Se puede hacer efectiva la responsabilidad política del primer ministro, creo que es más adecuado”, dijo Cornejo.

Cornejo planteó que este tema podría ser considerado en la discusión por una nueva Constitución. “Yo entiendo que no hay ningún tema vetado”, recordó.

Sobre el sistema que debe impulsar el gobierno para elaborar la nueva Carta Fundamental, Cornejo tiene una posición clara. “Soy partidario de un sistema muy participativo al inicio, que sea el Congreso que discuta el contenido y que las diferencias puedan plebiscitarse”, dejando el mecanismo popular para validar el proceso y arbitrar las diferencias.

El compromiso

Sobre la discusión de las reformas que impulsa el gobierno, Cornejo asegura que “al interior de la Democracia Cristiana no hay dos posturas irreconciliables”, insistiendo en el apoyo de la colectividad al programa del Ejecutivo.

“Hemos estado trabajando entre varios miembros de la DC que hemos tenido posturas distintas respecto a algunos temas y yo no noto diferencias sustantivas. Puede que haya una excepción por ahí, que me nombren a Mariana Aylwin por ejemplo, pero en general en la DC no hay dos posturas”, afirmó.

Reforma Tributaria

El presidente de la Cámara, Aldo Cornejo reconoce que hubo “falta de observancia de ritos importantes en la política”, en relación a que varios parlamentarios se enteraron del Protocolo de Acuerdo a través de la prensa.

“No está para nada en riesgo la aprobación de la reforma. No hay espíritu de nadie por poner en riesgo el proyecto”, reafirma.

“Me atrevería asegurarle que pueden haber algunos votos en contra, de algunos parlamentaros de la DC, por ejemplo en el caso de la repatriación de capitales”, norma que no estaba en la reforma y que fue incorporada en el Protocolo de Acuerdo.

“Hay que hacer un tercer trámite informado. En el Senado se votaron en dos bloques, lo distinto es que en la Cámara se van a votar por separado”, especificó, adelantando un extenso debate durante el tercer trámite de proyecto que modifica el sistema tributario.

Velasco y la DC

El diputado demócrata cristiano además tuvo palabras sobre la posición cercana a la DC que manifestó el economista Andrés Velasco. “Hay una suerte de obsesión frenética bastante rara y un poco esquizofrénica por auto ubicarse en el centro y parecerse a lo que nada se parece”.

Según Cornejo, ni Velasco ni tampoco Marco Enríquez tienen respaldo al interior de su partido para una eventual elección, y más bien intentan disputar un electorado muy distante de sus posiciones. “Es muy desagradable esta posición de ambos de tratar de dividir la Democracia Cristiana”. El parlamentario recalca que intentar separar el partido “es un ejercicio estéril desde el punto de vista político”.





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