Con una marcha que no destacó por una alta convocatoria, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y distintas organizaciones sociales insistieron en la necesidad de implementar la reforma laboral anunciada por el Gobierno.
El documento que emanará desde el La Moneda contendría nueve puntos esenciales, entre los que destacan la titularidad sindical, la prohibición de reemplazar trabajadores que se encuentran en huelga y el derecho inalienable a la misma.
Según versiones de prensa, la CUT esperaba que el documento fuese entregado a principios de octubre. Si esto no ocurría, la multisindical convocaría a un paro general.
Sin embargo, la presidenta de la organización, Bárbara Figueroa, señaló que “lo que se había hecho era en octubre y el mes tiene 31 días, por lo tanto, si es al inicio o al final no es lo relevante. Lo relevante es que se cumpla la palabra empeñada y además que la intensidad de la reforma sea la que demandamos. No basta que se cumplan plazos si la reforma va a ser mínima, necesitamos que ésta cumpla con el carácter y sentido que se planteó”.
Fuentes cercanas al Gobierno confirmaron que la propuesta se entregaría a fines de octubre, ya que en septiembre se hará una consulta regional del proyecto para recibir las opiniones de los trabajadores. No obstante, algunos personeros de la Nueva Mayoría no fueron tan certeros respecto al cronograma. El presidente del Partido Socialista, el diputado Osvaldo Andrade, asistió a la marcha y dijo que la reforma se daría a conocer durante el último trimestre del año.
Además, llamó a los empresarios a entender el espíritu de la reforma: “El compromiso del Gobierno siempre ha sido el último trimestre de este año, esta es una reforma que va a tener un proceso de tramitación larga, así que sea octubre, noviembre o diciembre, lo importante es que se presente, esa es la voluntad y convicción que el Gobierno ha presentado. Si hay algo que permite que el país crezca y se desarrolle, es darle estabilidad a las relaciones laborales, cuando hay una auténtica negociación colectiva entre el sindicato y el empleador. Lo que estamos haciendo es que los trabajadores y los empleadores tengan el mismo objetivo: que a la empresa le vaya bien. Sería bueno que los empresarios entendieran de una vez por todas cuál es el espíritu de esta reforma”, enfatizó.
Por otra parte, hay voces que critican la ausencia de algunos aspectos fundamentales, como la negociación por rama económica, que debilitaría los efectos que puedan traer los cambios para combatir la desigualdad.
Frente a esto, Bárbara Figueroa, llamó a esperar la propuesta del Gobierno: “No nos vamos a referir a los temas en particular, nosotros nos hemos expresado en el marco del debate que estamos haciendo y esperamos que estos temas, todos los que hemos expuesto, sean considerados. Hasta ahora no hemos recibido una contrapropuesta. Todavía no recibimos la devolución por parte del Ejecutivo y eso es lo que estamos esperando”, dijo.
De esta manera, habrá que esperar para saber cuáles serán finalmente las medidas del Gobierno para reformar el mundo del trabajo, que en Chile muestra cifras preocupantes: apenas un 12 por ciento de la fuerza laboral pertenece a un sindicato y más del 50 por ciento de los trabajadores recibe un sueldo inferior a 263 mil pesos.
Profesores, estudiantes y holdings
Aunque la marcha no tuvo una participación masiva, sí lo fue la presencia de distintas zonas del Colegio de Profesores y también de estudiantes secundarios.
Jaime Gajardo, presidente de los profesores, subrayó que existe una relación complementaria entre la Reforma Educacional y la laboral, ya que de esta última dependería el bienestar laboral de los maestros.
Mientras, Ricardo Paredes, presidente de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secudarios (Cones), fue enfático en establecer que “si hoy son estudiantes, mañana serán trabajadores”.
“En función de eso, entendemos que la estructuralidad de esta demanda no es solo por educación, sino que es por salud, reformas laborales, por la previsión social. Hoy en día todas esas luchas las hace propias el estudiante secundario y por supuesto también para luchar por la dignidad del pueblo chileno”, expresó.
Además del bloque estudiantil, también se hicieron presentes los sindicatos interempresa de grandes sectores empresariales, como Walmart y Agrosúper. Estos últimos exigen también mejoras en la seguridad laboral. Erasmo Correa, presidente de la Federación de Sindicatos de Agrosúper, denunció que no tienen herramientas para negociar colectivamente y pidió que se termine con la persecución a los integrantes del sindicato: “Hay ocultamiento de los accidentes laborales. Aquí se evade y nos mandan al sistema común, que lo pagamos todos los trabajadores”, añadió.
Además de estos gremios, también asistieron a la marcha representantes de la salud y funcionarios públicos, agrupados en la Fenats y la ANEF, respectivamente, cuyas demandas coinciden en el derecho a huelga, algo que hasta ahora no está permitido para esta clase de trabajadores.