Se trata del supuesto pago de sobornos millonarios a decenas de políticos y legisladores por parte de constructoras que ganaron contratos con Petrobras entre los años 2004 y 2012. Entre los políticos implicados está el fallecido Eduardo Campos, quien era el candidato presidencial del Partido Socialista Brasileño y fue sustituido por Silva después de su muerte en un accidente aéreo el pasado 13 de agosto.
Los nombres fueron entregados por el exdirector de Refino y Abastecimiento de Petrobras Paulo Costa, en un interrogatorio ante la policía, cuando ésta le ofreció una reducción de condena por delatar a los cómplices de este caso por el que él fue arrestado en marzo.
Así Costa confesó la participación de una amplia lista de personajes públicos donde se incluye también un alto cargo del Partido de los Trabajadores de Rousseff, así como el ministro de Minas y Energía, Edison Lobão, los presidentes del Senado, Renan Calheiros, y de la Cámara de Diputados, Henrique Eduardo Alves.
También figuraban tres gobernadores de estados donde Petrobras estaba iniciando grandes inversiones, entre ellos Pernambuco, donde Campos fue gobernador entre 2007 y 2014. Además, Costa habría delatado a 49 diputados, 25 senadores. Todos ellos negaron su implicación en el caso y desmintieron haber recibido cualquier pago.
Por su parte, el candidato opositor Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y tercero en los sondeos, se apresuró a exigir responsabilidades por lo que consideró “las más graves denuncias de corrupción” de la historia reciente de Brasil.