Los gases de efecto invernadero en la atmósfera alcanzaron un nuevo máximo en 2013, por la subida acelerada de los niveles de dióxido de carbono (CO2), indicó un boletín anual de la Organización Meteorológica Mundial.
De acuerdo al organismo, la necesidad de una acción internacional concertada frente a la aceleración del cambio climático, cuyas consecuencias podrían ser devastadoras, es más apremiante que nunca.
Las observaciones de la red de la Vigilancia de la Atmósfera Global de la Organización revelaron que los niveles de CO2 aumentaron más entre 2012 y 2013 que durante cualquier otro año desde 1984.
Datos preliminares apuntan a que ese aumento posiblemente obedezca a la reducción de la cantidad de CO2 absorbida por la biosfera de la Tierra, sumado al incremento constante de las emisiones de ese gas de efecto invernadero.
El secretario general de la OMM, Michel Jarraud, señaló que las condiciones meteorológicas son cada vez más extremas debido a actividades humanas como la quema de combustibles fósiles.