El consumo de drogas ilegales es un problema mundial que ha provocado consecuencias en todos los ámbitos: económico, social, cultural, político y de salud pública. La Comisión Global de Políticas sobre Drogas, de la que forman parte el exsecretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan y un grupo de expresidentes de países de distintas regiones del mundo emitieron este martes un informe donde piden la despenalización del consumo y posesión de drogas, ante el fracaso de las medidas prohibitivas y punitivas, y una regulación responsable de las sustancias psicoactivas.
El tema abre el debate en Chile. El senador por la I región de Tarapacá, Jaime Orpis (UDI), dijo que comparte la idea de que respecto de los consumidores la legislación debe tener un enfoque de salud, porque según dijo la ley debería buscar intentar rehabilitar y recuperar a los consumidores socialmente, ya que un alto porcentaje de ellos termina siendo adicto a las drogas.
Sin embargo, el parlamentario enfatizó que rechaza de plano propuestas sobre la legalización de las drogas porque indicó que nuestro país está viviendo una verdadera epidemia en el consumo, en particular en el segmento de los escolares. Por lo tanto, afirmó que si se quiere legalizar en Chile sería nefasto porque lejos de disminuir el consumo, va aumentar, que es precisamente el punto donde la política pública se debe concentrar.
El senador indicó que el último estudio sobre drogas en escolares revela cifras “impactantes”, al detectar que entre los jóvenes de cuarto medio, en el caso de la marihuana, se llega a un consumo de 38,9% y añadió que alrededor de un 20% de quienes la consumen terminan siendo adictos.
Jaime Orpis afirmó que si se pretende evitar el narcotráfico se tendrían que legalizar todas las drogas, ante lo cual se manifestó contrario.
“Legalizar significa legalizar la pasta base que está provocando efectos devastadores particularmente en los sectores populares de nuestro país, porque el legalizar una de las drogas no va a eliminar el narcotráfico, y al legalizar todas las drogas el efecto sería mucho más devastador. ¿Cuál es el problema que tiene Chile? Son los altos niveles de consumo, por lo tanto, el eje de las políticas públicas debería estar concentrado en cómo bajar esos altos índices y cualquier paso a la legalización lo que va a hacer es aumentar los niveles de consumo”, explicó.
En tanto, el psiquiatra Carlos Ibáñez del Colegio Médico señaló que desde el punto de vista de la medicina si una persona va a ser castigada por el consumo de drogas va a ser más difícil que pueda acceder a los tratamientos y que solicite la ayuda necesaria. Agregó que en nuestro país no está penalizado el consumo de drogas y que lo que ahora se está debatiendo es que si se va a sancionar o no a las personas que hacen llegar a los consumidores estas sustancias que producen daño a la salud.
Ibáñez afirmó que la gran pregunta es cómo se logra proteger a los consumidores de droga: facilitando el acceso a las drogas o dificultando el acceso a las sustancias.
El doctor dijo que al poner dificultades para acceder al consumo se produce un aumento de precios, lo que produce un desincentivo del consumo e indicó que ese es el gran argumento médico para no legalizar las sustancias.
“Al desincentivar la comercialización de sustancias que producen daños, poniendo sanciones a quienes venden, a quienes lucran con el daño a los otros, se logra que aumenten los precios y por lo tanto es más difícil que se acceda a las sustancias”, indicó.
Respecto de una eventual legalización de las drogas, la profesora de postgrado de la Universidad de Buenos Aires, Susana Ryan, explicó que no es fácil llegar a ese punto porque hay grandes intereses internacionales para los cuales es conveniente que las drogas sigan siendo ilegales y dijo que los primeros que se oponen a que las drogas se legalicen son los narcotraficantes, porque si esto se pudiera hacer bien hecho quedarían sin negocio.
La docente dijo que en la Argentina cualquier joven puede comprar drogas ilegales si sabe dónde hacerlo sin mayor dificultad y agregó que se está en una situación de gran atraso porque se sigue considerando delincuente al consumidor de drogas ilegales, no al que las vende, con una ley penal muy dura que se está debatiendo hace varios años, pero que sigue vigente.
La profesora ejemplificó la aplicación de la ley penal de la siguiente manera: La policía está obligada a detener a quien sorprenda con un cigarrillo de marihuana en el bolsillo, puede permanecer 24 horas en detención hasta que la fiscalía comprueba que no tiene antecedentes penales de otro tipo y luego recupera su libertad.
“El prohibir las drogas causa diferentes trastornos. Uno de ellos es que nadie controla la calidad, la mayor cantidad de accidentes toxicológicos por consumo de drogas ilegales es por los cortes, que son las sustancias que se le agregan a las drogas para obtener mayor rendimiento, y muchas veces son más tóxicos los agregados que la sustancia en sí misma. Además, se están evadiendo impuestos porque este es un mercado negro que al Estado no le tributa ningún impuesto”, señaló Ryan.
La próxima sesión especial de Naciones Unidas contra la droga (UNGASS) en 2016 es “una oportunidad sin precedentes para revisar las políticas sobre drogas”, afirma el informe, titulado “Tomando el control: caminos hacia políticas sobre drogas que funcionen”.