(CH2-CH2)n es la representación química del polietileno, uno de los principales tipos de plásticos con los que se fabrican las bolsas de dicho material, entre otros productos de uso cotidiano, como las botellas. Los plásticos son polímeros y estos a su vez son macromoléculas compuestas de otras moléculas, o monómeros, que poseen diversas propiedades.
Como explica el Profesor del Departamento de Química de la Facultad de Ciencias, Orlando Muñoz, estos polímeros pueden ser de dos tipos: de alta y baja densidad, lo que quiere decir que “son moléculas lineales o son moléculas ramificadas”. “El hecho que sean lineales o que sean ramificadas, les da propiedades totalmente distintas. Por ejemplo, unas son más estables al calor, otras a la deformación, otras son más durables, resisten mejor presión”, etc.
Lo que sí caracteriza a todas las bolsas plásticas es la lenta degradación por la composición química ya descrita, lo que lleva a la acumulación de estos materiales, ya que “las bacterias demoran 400 o 500 años en poder degradarlas. Como no se pueden biodegradar van a parar al mar y eso provoca una cantidad de problemas increíbles porque no hay nada que lo pueda biodegradar. Ahora, si lo quemas es peor porque más contaminación emites al medioambiente”, dice Muñoz.
Un problema adicional, destaca el profesor Muñoz, es que las bolsas plásticas generalmente poseen adheridas en sus superficies publicidad de las casas comerciales y supermercados que las distribuyen a sus clientes. “La propaganda está hecha de material absolutamente sintético y altamente tóxico, porque las pinturas, las letras con cual se hacen éstas, son a base de plomo, o bien son pinturas que tienen metales pesados como cadmio, molibdeno, hierro, entre otros”, señala.
Ciudades en Chile que tienen medidas
En nuestro país las comunas de Natales y de Pucón han sido pioneras en revertir la situación al formalizar por ordenanza municipal la sustitución de bolsas plásticas, con el fin de disminuir y racionalizar su uso.
“Pucón, cambia su bolsa” es el nombre promocional de la “Estrategia de sustitución de bolsas plásticas comuna de Pucón”, operada por la Unidad ambiental de dicho municipio. La estrategia de Pucón está planteada en cuatro etapas: de julio a noviembre del 2013 se realizó la marcha blanca y difusión de la iniciativa; de diciembre del 2013 a mayo del 2014 sólo se entregaron 3 bolsas en el comercio; de junio a diciembre de este año sólo se entrega 1 bolsa; y finalmente, en diciembre del 2014 ya no se entregarán más bolsas plásticas, las que deberán ser sustituidas por otro tipo de contenedores.
En el caso de Natales, la ordenanza municipal sobre el uso de bolsas plásticas plantea que las “bolsas de polietileno de empaque final deberán ser progresivamente reemplazadas por bolsas reutilizables y que resulten compatibles con la minimización del impacto ambiental”, teniendo un plazo de seis meses para su sustitución a contar de la vigencia de la ordenanza, del 4 de septiembre de este año.
Ambas iniciativas han sido acompañadas por la distribución de bolsas reutilizables por parte de los municipios y del comercio, además de una campaña de información a la comunidad.
Actualmente municipios como el de Vicuña, Villarrica, Puerto Varas, Hualpén, San Pedro de la Paz, entre otros, comenzarán a implementar proyectos similares.
Experiencia internacional
Si bien en Chile estas ciudades han iniciado el proceso de eliminación de las bolsas plásticas, este tema ya ha sido enfrentado en diferentes partes del mundo desde hace más tiempo.
Uno de los pioneros fue el pueblo de Modbury, Inglaterra, que se convirtió el 1 de mayo de 2007 en la primera población de la Unión Europera libre de bolsas de plástico. En esta localidad, la población decidió abandonar la utilización de bolsas plásticas luego de la exhibicion de un documental sobre los efectos devastadores de este tipo de basura en la fauna marina.
En el poblado minero de Leaf Rapids, Canadá, se prohibió en todas las tiendas comerciales el uso, venta y distribución de bolsas plásticas, convirtiéndose en el primer municipio de América en instaurar una normativa de este tipo en el año 2007.La decisión fue la conclusión de un trabajo realizado por la comunidad desde el año anterior, tiempo en el que se había fijado un impuesto de tres centavos locales para cada bolsa de plástico repartida. Quienes quiebren la nueva normativa sufrirán el cobro de una multa de mil dólares canadienses, equivalente a 650 euros.
En Estados Unidos, el Gobernador de California, Jerry Brown, anunció en un debate televisivo el 4 de septiembre de este año que aprobará la normativa que establece la prohibición de las bolsas de plástico desechables. La medida, aprobada previamente por los legisladores del Estado, entraría en vigor en julio de 2015. La propuesta incluye fondos para que los productores de este tipo de materiales cambien sus métodos de producción, y también establece que los locales comerciales podrán ofrecer bolsas de papel o reciclables por 10 centavos de dólar.
Finalmente, La República Popular China decidió restringir el uso de bolsas plásticas, estableciendo el cobro de un impuesto a las tiendas comerciales que las utilicen. El dinero obtenido mediante este mecanismo se utilizará para obras de infraestructura, educación y otras actividades. El gobierno chino siguió el ejemplo de Irlanda, país que introdujo el 4 de marzo del 2002 un impuesto de 15 centavos de euro por cada bolsa de plástico, el que fue aumentado en julio de 2007.
Reutilización y reciclaje
En Chile encontramos distintas iniciativas de reutilización y reciclaje de bolsas y materiales plásticos en general. En el caso del reciclaje, el Centro Nacional de la Familia (CENFA), dispone de contenedores en diferentes supermercados en los cuales las personas pueden depositar sus envases plásticos, los que posteriormente son procesados y reciclados.
Otra forma de mitigar la contaminación es reemplazar estos materiales por bolsas de plástico biodegradable o “compostable”, las que son fabricadas principalmente a base de fécula de papas. Esto hace posible que su degradación se desarrolle en un plazo de hasta 180 días, mucho más breve que el del plástico.
Texto: Francisca Palma, Felipe Ramírez
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