En la investigación se valora la oportunidad que abren las actuales reformas impulsadas por el Gobierno, las cuales podrían incluso ayudar a desarrollar una sociedad más satisfecha, capaz de impulsar una senda de crecimiento en el mediano plazo.

Los riesgos más inminentes en escenarios de desaceleración, como los que enfrenta el país, son la baja en los empleos y la disminución de los sueldos, sobre todo en economías donde la fuerza laboral se concentra en la mediana y pequeña empresa.

Los indicadores no han encendido aún las alertas y el debate de que si la baja inversión y disminución del consumo interno se debe a la reforma tributaria o a herencia de la gestión Piñera, comienza a superarse

El país ya tiene promulgada la Reforma Tributaria y avanzan los trámites legislativos, algunos más lentos que otros, para los cambios en educación, ámbito laboral, sistema de Isapres y AFP.

Patricio Escobar, investigador que dirigió el informe trimestral del programa de Economía y Sociedad de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, se refirió a algunos aspectos positivos de hacia dónde se conduciría al país con la desaceleración.

El experto señala que ya en 2013 se adelantaba este escenario y ritmo económico. Por lo tanto, contrario a la opinión de quienes se esfuerzan en demonizar las reformas, el experto plantea que éstas se necesitan para lograr una sociedad que sea capaz de impulsar una senda de crecimiento en el mediano plazo.

“La opinión que hemos presentado nosotros, es que la situación actual de la economía requiere las reformas la productividad no es solamente la cantidad de crecimiento que requiere una economía menos el aumento de la ocupación, sino que también tiene que ver con el grado de satisfacción que tienen las personas respecto a la sociedad en la cual viven. En este contexto pasa,  por un Estado que sea capaz de proveer mayor volumen de bienes públicos, por ejemplo, los que tienen efectos más inmediatos en las personas, como la educación, la salud, las pensiones, entre otros”, sostuvo el experto.

En su análisis, Escobar señala que para afianzar la necesidad de cambios al sistema económico desarrollado durante la transición, fue fundamental el impulso que provocó el movimiento estudiantil en el resto de la sociedad, a lo que finalmente respondió el programa del actual gobierno.

“La gracia que tuvieron los movimientos sociales, respecto al modelo de economía que vivimos desde inicios de la transición hasta fines del gobierno anterior  ya no es capaz de generar las condiciones de crecimiento que necesita Chile, y en este sentido los estudiantes concertaron la adhesión de la sociedad, que entendía esas demandas.  En mi opinión, tal vez no tengo la reforma tributaria que yo haría , pero tengo una reforma, ya no tengo la inmunidad para las grandes empresas donde no sólo no pagan impuestos sino que además se coluden , y ahora vemos a los empresarios desfilando por los tribunales”, comentó Escobar.

En cuanto a los factores internacionales que inciden es este comportamiento económico local, el investigador agrega que Chile es una economía abierta muy poco protegida y, en este sentido, falta avanzar en iniciativas regionales que, si bien no garantizan inmunidad a los mercados globales, permiten profundizar el cambio de perspectiva en el desarrollo económico.

“Chile no se resguarda de las turbulencias internacionales dado el grado de apertura que tiene al comercio global. Hoy día las iniciativas, como el banco que quieren impulsar los países emergentes o lo que puede hacer Unasur, entre otras, creo que es un camino por recorrer, aunque, se debe tener en cuenta que por mucha voluntad políticas por desarrollar  protección o de cobertura de estabilidad, los márgenes son estrechos”, sostuvo el investigador.

El escenario Chileno no es distinto a lo ocurrido con potencias como Estados Unidos, China y la Unión Europea, a lo que se suma el ajuste a la baja en tres décimas el crecimiento global para este año. Sin embargo, los caminos positivos que puede abrir esta desaceleración podrían generar efectos en el mediano plazo, sobre la base de los cambios estructurales que experimenta el país, según dice este informe.