La desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa desde el 26 de septiembre en Iguala, estado de Guerrero sigue siendo una incógnita, y donde todavía no se han podido hallar los cuerpos de las jóvenes víctimas de la masacre criminal.
En el intertanto se han sucedido masivas manifestaciones en las calles de la ciudad azteca reclamando porque se haga justicia y se pueda dar con el paradero final de las infortunadas víctimas de la violencia que sacude a ese país hace más de una década.
En el camino de buscar detener estos crímenes la Policía Federal y el Ejército tomaron el control de 12 municipios del estado de Guerrero y uno del Estado de México, luego de las investigaciones sobre los estudiantes desaparecidos.
El comisionado nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, informó que el Gobierno “asumirá las tareas de seguridad pública” en varios municipios luego que “se han identificado situaciones irregulares en algunas corporaciones de seguridad municipal”.
La autoridad de seguridad agregó que “los integrantes de las corporaciones de seguridad de los 13 municipios antes referidos serán trasladados a las sexta región de Tlaxcala para practicarles exámenes de control de confianza” y analizar su eventual responsabilidad en el caso.
Cabe recordar que en la jornada de violencia en que desaparecieron los 43 estudiantes también murieron otras seis personas y resultaron heridas otras 25.
El alcalde de Iguala, José Luis Abarca, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), al que pertenece el gobernador del estado de Guerrero, Ángel Aguirre, está prófugo de la Justicia.
Los municipios intervenidos son: Ixtapan de la Sal (Estado de México), Apaxtla de Castrejón, Arcelia, Buenavista de Cuéllar, Coyuca de Catalán, General Canuto A. Neri, Ixcateopan de Cuauhtémoc, Pilcaya, Pungarabato, San Miguel Totolapan, Taxco de Alarcón, Teloloapan, Tlapehuala.
