Domingo Ulloa, el fotógrafo que registró los años dorados del Ballet Nacional Chileno

"Una proeza fotográfica" se llama el cuidado volumen de 240 páginas que acaba de editar el Archivo Central Andrés Bello, con las numerosas imágenes que el fotógrafo captó entre 1954 y 1967. Espectáculos como "Carmina Burana" y "El pájaro de fuego" se pueden revivir a través del libro, al que se puede acceder de manera gratuita en formato digital.

"Una proeza fotográfica" se llama el cuidado volumen de 240 páginas que acaba de editar el Archivo Central Andrés Bello, con las numerosas imágenes que el fotógrafo captó entre 1954 y 1967. Espectáculos como "Carmina Burana" y "El pájaro de fuego" se pueden revivir a través del libro, al que se puede acceder de manera gratuita en formato digital.

“Yo era capaz de resolver cualquier fotografía técnicamente”, dice a sus 88 años Domingo Ulloa, fotógrafo formado en la Escuela Nacional de Artes Gráficas y ex integrante del Laboratorio de Fotografía y Microfilm de la Universidad de Chile, al cual ingresó en 1952 y abandonó 30 años más tarde.

La cita está en Una proeza fotográfica Domingo Ulloa: Imágenes del Ballet Nacional Chileno 1954-1967, volumen de 240 páginas que acaba de editar el Archivo Central Andrés Bello. Ahí se custodia el Archivo Fotográfico de nuestra casa de estudios, nombre que agrupa más de 70 mil negativos, muchos de ellos sin información.

Hasta el Archivo Central, en la calle Arturo Prat, llegó Domingo Ulloa el año pasado para preguntar si podía utilizar sus imágenes en un libro, que sigue preparando junto a la Biblioteca Nacional. Paralelamente, comenzó a reconocer negativos y pruebas de contacto que guardaban su trabajo en la unidad que él aún nombra como su “servicio”, y que hoy se pueden ver en la publicación.

Foto de Camila Torrealba.

Foto de Camila Torrealba.

Desde el Laboratorio, que Roberto Montandón había creado a fines de los ’40, Domingo Ulloa participó de las distintas actividades que realizaba la Universidad de Chile en los ’50 y ’60, bajo los rectorados de Juvenal Hernández, Juan Gómez Millas y Eugenio González.

Por ejemplo, registró Chiloé, Aysén, Magallanes, el Cabo de Hornos y las Islas Diego Ramírez para la exposición Rostro de Chile, que se inauguró en los patios de la Casa Central para celebrar los 150 años de la Primera Junta de Gobierno. Fueron más de siete mil negativos los que diversos fotógrafos hicieron para la muestra, que itineró hasta 1969 por Latinoamérica, Europa y Asia.

Desde ahí, también, pudo registrar con propiedad al Ballet Nacional Chileno (Banch), cuyos ensayos había presenciado antes como un aficionado, gracias a que su cuñada trabajaba con Ernst Uthoff, el director que lo había fundado junto a Lola Botka y Rudolf Pescht.

“Todo funcionaba en el Teatro Municipal: el teatro, la ópera, la Sinfónica y el Ballet, que se repartían la semana. Los ensayos se hacían cuando terminaban los otros trabajos en el Municipal. A las 12 de la noche empezaban los ensayos del Ballet. Yo iba y a veces estaba hasta las tres de la mañana”, recuerda ahora Domingo Ulloa.

“Estaban los bailarines sin vestuario, aprendiendo su papel, y yo me aprendía la música, los movimientos y donde estaba lo culminante de cada escena, pero las fotos las tomaba el día del ensayo general, porque ahí estaba todo listo: la música, la escenografía, los trajes. Después llevaba el resultado y seleccionaban las que iban al foyer para el día del estreno”, agrega.

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Los integrantes del Departamento de Fotografía y Cinematografía de la U. de Chile posan en la despedida del director Roberto Montandón, 1966. Domingo Ulloa es el segundo de la fila inferior, de izquierda a derecha.

Así fue como documentó una época dorada del Banch. Alotria (1954), Hijo pródigo (1955), Coppelia (1956), La mesa verde (1956), Carmina Burana (1956) y El pájaro de fuego (1966) son algunos de los 14 espectáculos que se pueden revivir por medio de las fotografías que contiene el libro.

Una proeza fotográfica es el título no solo por la labor de registro que hizo Domingo Ulloa, sino porque las condiciones técnicas de la época no eran las mejores. “Fue el único que pudo hacer las instantáneas de los bailarines en movimiento y él nos decía que no era para tanto, que era solo lo que tenía que hacer”, explica Alejandra Araya, directora del Archivo Central Andrés Bello.

“Su deber era solucionar el problema, que era cómo registrar y hacer tomas fotográficas para la publicidad y difusión del Ballet Nacional. No era el registro más documental que nosotros destacamos ahora y que, en el fondo, constituye un archivo de la danza en Chile. No hay mucho registro sobre la historia de la danza en Chile, entonces esto pasa a ser, además de un registro de la historia de la fotografía, un capítulo relevante sobre la historia de la cultura en Chile”, añade la académica, coautora del libro.

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Pruebas de contacto de “Coppelia” (1956).

Una proeza fotográfica Domingo Ulloa: Imágenes del Ballet Nacional Chileno 1954-1967 se puede adquirir directamente en el Archivo Central Andrés Bello (Arturo Prat 23, a un costado de la Casa Central) y se encuentra disponible también en formato digital.





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