Una de las características principales, reconocidas por todos quienes han trabajado con el corógrafo francés, Claude Brumachon, es la atemporalidad de sus obras al momento de definir su narración y tratamiento. Y la pieza de danza “Los Ruegos”, no se sale de esa línea.
Luego de 17 años, desde que se estrenó, el director vuelve a nuestro país, junto a Benjamín Lamarche, ambos directores del Centro Coreográfico Nacional de Nantes (Francia), para reunir a los bailarines que fueron parte del montaje de 1997 y llevar al escenario una coreografía que ha sido reconocida como pieza fundamental de la historia de la danza de nuestro país.
El estreno fue el pasado 17, pero la obra se puede ver hasta el domingo 21 en el Centro Cultural GAM.
La historia de “Los Ruegos” parte con una convocatoria en la que 10 bailarines fueron seleccionados de una lista de 150. De aquella experiencia nace la compañía Movimiento que presentó con un montaje al año, se expandió a las escuelas y enseñaron en universidades, hasta el 2008 cuando se disolvió.
Es por esto que, la presentación adquiere mayor sentido. Sobre todo si se refiere a las temáticas que aborda el montaje. “Los Ruegos” incita a la reflexión sobre las fracturas familiares y personales, que si bien en su estreno estaban ligadas al golpe militar de 1973, en esta oportunidad se manifiesta la vigencia de las demandas sociales y políticas de los 90 y las grietas de proceso de democratización del país.
La pieza, que fue hecha para bailarines chilenos y bajo temáticas que nos afectaban directamente, ha tomado un nuevo cariz. Hecho que destacó la bailarina, que participó del montaje original y que se presenta en esta oportunidad, Isabel Croxatto.
“Es una obra, como uno podría decir, de esas obras universales y atemporales que tocan profundamente en la raíz del ser humano, esa gran contradicción que tenemos en la búsqueda de bienestar. Es un grito de esperanza a esta humanidad que no logra resolver el sentido de la justicia, de la igualdad, de la equidad, de tantas cosas que son tan contingentes también hoy, pero que lo han sido siempre de alguna forma”, señala.
Tal como señala la artista, la obra es actual porque no sólo se enfoca a nivel de país, también procura generar reflexión con los hechos que ocurren internacionalmente, en ese sentido, la puesta de Brumachon es universal, agrega Croxatto.
Para Mario Osandón, bailarín original, el reencuentro ha generado que el grupo se vuelva a cohesionar, que se reviva la condición de familia que en algún momento lograron generar, cuando fueron parte de este momento importante.
“Es una alegría muy profunda de poder tener el privilegio de encontrarse en la historia, y hacer viva la historia del cuerpo, de una generación de danza contemporánea. Creo que es un hito que 10, 15 personas estemos de nuevo en un proceso que partió hace 17 años atrás y volver a la esencia de Los Ruegos y volver a habitar el cuerpo de la obra, 15 años después, de verdad que es potente”, enfatizó.
En 35 minutos de duración, Brumachon lleva al público a un vaivén de emociones. Para los bailarines, una de sus ventajas es lo accesible que resulta para el espectador entender y seguir el argumento, ya que no es compleja.
Ahora, si bien los años no han pasado en vano, para los bailarines de “Los Ruegos” pareciera que si, ya que como señala Mario Osandón, es interesante ver cómo cuerpos, que fueron parte de los cánones de belleza de las escuelas contemporáneas, han ido cambiando en su forma. Si bien son bailarines que tienen entre 40 y 50 años, la elasticidad no se ha perdido, y ahora agregan el factor calma. “Es una obra más madura, más procesada”, comenta el artista.
Respecto de la propuesta musical, del compositor francés Bruno Billadeau, incluye la lectura del poema Canto a su amor desaparecido de Raúl Zurita, en voz de su autor, lo que ha marcado un punto central.
Luego, al final del espectáculo, se proyecta un breve documental sobre la historia del colectivo, que nació de la mano del francés.
“Los Ruegos” se puede ver desde el 18 al 20 de diciembre a las 21 horas y el domingo 21 a las 20 horas en el centro cultural GAM. El valor de las entradas es de 5 mi pesos general y 3 mil pesos estudiantes y tercera edad.