En medio de un escenario electoral presidencial, que tenía a los candidatos imbuidos en sus campañas  para reemplazar a la actual presidenta Cristina Fernández, el fiscal  Alberto Nisman detalló hace pocos días, a través de los medios de comunicación, parte de lo que fue su investigación sobre el atentado a la mutual judía AMIA, acusando directamente a la Mandataria y al canciller Héctor Timerman de ofrecer impunidad a los posibles responsables iraníes que habrían participado de este atentado ocurrido en 1994.

Respecto de este caso se debe recordar que el ex embajador israelí en Argentina, Itzhak Aviran declaró a principios de 2014, en una entrevista divulgada por la Agencia Judía de Noticias, que el Gobierno de Tel Aviv habría eliminado a los posibles autores de los ataques registrados en la década de los 90 contra sedes judías en Argentina.

Por eso la sorpresa sobre su muerte fue mayor. Más cuando esta semana debía presentarse ante el Congreso argentino a clarificar sus acusaciones.

La muerte del fiscal Nisman originó una serie de teorías que van desde el suicidio, posible participación del gobierno, hasta una operación de inteligencia contra el mismo gobierno argentino, según el análisis de periodistas como Jorge Asis, Jorge Lanata y Nelson Castro, quienes coinciden que esta es una “una muerte política”.

Por su parte, el gobierno a través del jefe de Gabinete Jorge Capitanich calificó el hecho como “doloroso” leyendo un comunicado donde entregó garantías para lograr “el total esclarecimiento” de esta muerte.

“El Poder Ejecutivo Nacional ratifica este comunicado que se dio a conocer por parte del Ministerio de Seguridad y es todo lo que tenemos nosotros para informar. Es todo cuanto tengo para comunicar, en virtud de que esta investigación judicial se halla a cargo del juez Manuel Arturo de Campos y tiene por supuesto todo el apoyo de las fuerzas de seguridad para garantizar un total esclarecimiento de este hecho doloroso”, afirmó.

El secretario de Seguridad, Sergio Berni, quien entregó la noticia a la presidenta Cristina Fernández, fue el encargado de supervisar los protocolos de conservación en la escena.  Berni precisó a un medio argentino  que “en criminalística, cuando se  tiene un cuerpo, una vaina y un arma, las cosas se encaminan hacia un lado; destacando que “hay que esperar  que la justicia lo corrobore”.

Destacó también que el fiscal Nisman contaba con una escolta integrada por 10 efectivos, quienes alertados por no recibir respuesta a los llamados ingresaron al departamento, junto a la madre del fiscal, quienes hallaron el cuerpo al interior del baño y junto a él un arma calibre 22, dando paso a posibles teorías sobre un suicidio.

La Fiscal Viviana Fein a cargo de investigar la muerte del Nisman, explicó que no existen testigos que pudieran aportar más datos y no puedo adelantar un pronóstico, agregando que solicitó diversas pruebas técnicas.

“Yo no puedo dar pronósticos ni adelantar. Les dije que era un solo disparo; dije que era un arma calibre 22; que estaba solo en su departamento; que fue encontrado por su progenitora, por la madre; y que no encontramos más elementos. No me llevo pruebas, nosotros solicitamos innumerables pruebas a distintas divisiones científicas técnicas de Prefectura y de Policía Federal, distintas áreas de esas fuerzas. Las pruebas son técnicas, de telecomunicaciones, de cámaras, de rastros, todo se ha efectuado a lo largo de esta noche, durante todas estas horas”, precisó.

Según estableció el Fiscal Nisman en sus denuncias a los medios, el objetivo de esta posible conspiración del gobierno argentino fue para lograr un eventual acercamiento en las relaciones económicas con Irán, por ello, Argentina se habría comprometido a negociar las alertas rojas de la Interpol sobre los inculpados en el atentado a la mutual judía.

Durante el transcurso de esta noche se espera tener los primeros resultados de las pericias forenses, para determinar la causa de muerte del fiscal argentino. Según ya se informó, la autopsia indicó que el disparo fue en la sien.