“No hay equipo chico”, “La copa es la copa” y todos esos lugares comunes pueden ser aplicables cuando se dan partidos como este.
Colombia llegaba a Rancagua con el cartel de favorito para adjudicarse esta edición de la Copa América, considerando la pléyade con que cuentan los amarillos, encabezados por James Rodríguez, jugador del Real Madrid, y Radamel Falcao, de irregular temporada en el Manchester United.
Al frente, una selección venezolana con pocas figuras de renombre, pero que demostró un sacrificio y orden tácticos encomiables, los cuales demostraron ser incontrarrestables para Colombia, que jugaba de local en el Estadio El Teniente, que estaba abarrotado de hinchas cafeteros.
Ya en el primer tiempo los llaneros se prodigaron de las mejores opciones de gol, sorprendiendo a los colombianos que no podían conectarse en el campo de juego.
A los 60 minutos de juego, Rondón conectó de cabeza el balón ubicándolo ajustado al palo izquierdo de David Ospina, decretando el 1 a 0 final del partido e instalando la sorpresa en la ciudad histórica.
Con este resultado, la Vinotinto quedó puntero del Grupo C, a la espera de lo que hagan Brasil y Perú en Temuco, mientras que Colombia quedó colista de la serie.