El transporte más usado por los santiaguinos es el Metro. Este medio de transporte, además de trasladar a miles de personas día a día, ha sido utilizado por varios usuarios para quitarse la vida, provocando retrasos, atochamiento y la incomodidad de algunos que no empatizan con algo tan valioso como la vida del otro.
“Alguien decide suicidarse por una pulsión muy personal, que quizás nadie alcanzó a saber, y la gente en esta situación de crisis de alguna forma se empieza a encontrar, emerge del subsuelo y ve esto como una manifestación” señala Sebastián Chandía (25 años) director y dramaturgo de Un pedacito de tu alma, puesta en escena que se hace cargo de este tema tan contemporáneo y que se estrena el 16 de julio, en la sala Sergio Aguirre de la Universidad de Chile.
Este proyecto busca generar una puesta en escena que sirva de vaso comunicante entre realizadores y espectadores. La trama de la obra consiste en el proceso de un hombre que quiere hacer público su suicidio, un guardia en conflicto por detener o no la acción, un vidente que anticipa el acto, y una actriz que confunde la ficción con la vida real.
Sebastián Chandía ganador del XIII Festival de Dramaturgia y Puesta en Escena Víctor Jara, organizado por el Departamento de Teatro de la Universidad de Chile, indica que “el nombre de la obra refleja una parte íntima de cada uno de los actores, y estos al contar un secreto se exponen a un suicidio público”. Es una obra situada en lo performático, y su idea es tratar que la gente se dé cuenta de que es un actor el que está ejecutando y que desde ese lugar comprenda el trabajo y lo pueda compartir. “Deseamos que las personas vean esta obra como una experiencia teatral, más que como una obra teatral. Nuestro objetivo es que el espectador salga con ganas de caminar en la noche, con una sensación de bienestar”, apunta Chandía.
Un pedacito de tu alma cuenta con música en vivo compuesta por Felipe Donoso, de 18 años, estudiante de enseñanza media del colegio San Ignacio, donde Chandía ejerce como profesor.
Escenográficamente la propuesta es generar un “no lugar”, que sea transversal a todos pero que no pertenezca a nadie, apostando más por lo abstracto que por lo literal. “Entonces no era necesario trabajarlo desde el espacio del metro, sino que desde un lugar interno y útil tratar de evocar las cosas personales sin ser literales, dejando al espectador libre de elegir qué quiere ver y qué no quiere ver, qué quiere entender y qué no quiere entender”, cuenta Esperanza Hernández Sepúlveda (21 años), estudiante de Diseño Teatral de Universidad de Chile.
La Compañía Teatro UNPLUGGED, formada en el 2014, nace como un proyecto bisagra con el fin buscar y experimentar el encuentro con el espectador. Está compuesta por estudiantes y egresados de la Universidad de Chile.
Esta obra se presentará desde el 16 de julio hasta el 8 de agosto en la Sala Sergio Aguirre, Universidad de Chile (Morandé 750) y las entradas tienen un valor de $3.000 (general) y $1.500 (estudiantes y tercera edad).