Sin sufrir no vale. Ese parece ser el lema que resume el encuentro que por semifinales de la Copa América 2015, enfrentó en el Clásico del Pacífico a Chile contra su similar de Perú. Y la frase no es antojadiza, considerando que en los primeros veinte minutos del primer tiempo, los incaicos impusieron sus términos sobre el gramado del Estadio Nacional. De hecho, Jefferson Farfán estrelló un cabezazo en el palo, dejando helados a los más de 45 mil espectadores.
Sin embargo, todo cambió cuando en el minuto 20, el defensor peruano Carlos Zambrano se fue tempranamente a las duchas luego de agredir a Charles Aránguiz. Desde ese instante, Chile comenzó a asediar el pórtico de Gallese hasta que en el minuto 41, la figura de esta noche en Ñuñoa, Eduardo Vargas, conectó con dramatismo un rebote en el área chica, tras un tiro de Alexis Sánchez que dio en el palo.
La Roja en ventaja se fue al descanso, y respirando más tranquilos luego de esos primeros veinte minutos en que fueron superados claramente por los albirrojos.
Si bien el segundo lapso comenzó de manera auspiciosa para la selección nacional, incluso con un gol anulado erróneamente a Vargas, por una inexistente posición de adelanto, gradualmente los del Rímac comenzaron a arrimarse al arco defendido por Claudio Bravo, y fue en una de estas incursiones por la banda izquierda de Chile, que el lateral Luis Advíncula logró sacar un centro, el cual fue conectado por Gary Medel, quien descolocó a Bravo. Empate para los peruano a los 59 minutos, y los fantasmas se instalaban en el coliseo ñuñoíno.
No obstante, cuando más cuesta arriba se veía el panorama, apareció nuevamente la figura del oriundo de Renca, quien recibió un pase de Medel, y desde 25 metros metió un zapatazo que hizo estéril la estirada de Gallese, desatando el carnaval en el Nacional.
Triunfo para Chile, que en una sólo irregular presentación logró los boletos para instalarse en la final del certamen continental, y ahora espera al ganador de la llave que animarán este martes en Concepción los seleccionados de Argentina y Paraguay, para ver si por primera vez la Roja consigue levantar la Copa América.