Dicen que en el estadio Hugo Arqueros Rodríguez, el que acogía al club Ferroviarios y que podía recibir a más de 30 mil personas en sus tribunas, alguna vez entrenó el mismísimo Pelé. Que llegó ahí junto a la selección brasileña, durante el Mundial de 1962. Y que por sus camarines y canchas también pasaron estrellas locales: Carlos Caszley, que era vecino; y Leonel Sánchez, que jugó las dos últimas temporadas de su carrera en el club aurinegro.
El recuerdo lo hace uno de los vecinos del sector y está registrado en Entre rieles y chimeneas. Un recorrido por el barrio obrero y ferroviario San Eugenio, que será presentado este viernes en Santiago.
El volumen es la culminación de un proyecto desarrollado por el Colectivo Rescata, con el objetivo de poner en valor el patrimonio de ese barrio, situado entre las comunas de Santiago y Estación Central.
En su primera parte, el libro reúne artículos de casi una treintena de investigadores. En la segunda, hace un recorrido por casi 20 hitos patrimoniales de la zona: la Maestranza San Eugenio, la ex Textil Yarur Machasa, el Molino San Cristóbal, las distintas poblaciones que conformaron el barrio, el Cine Septiembre y el desaparecido estadio, entre otros.
La historiadora María de los Ángeles Carvajal, una de las editoras del libro, explica que San Eugenio “es un barrio que esconde una riqueza arquitectónica, ya que uno encuentra una diversidad desde inmuebles de adobe y fachada continua hasta arquitectura moderna; y además, una riqueza histórica. Cuando piensas en el surponiente de Santiago, te das cuenta que el sector se consolida gracias al ferrocarril, entonces puedes leer la historia a través de sus calles, de su proceso de urbanización y conformación”.
“Es el barrio representativo de la industrialización en Chile”, añade el arquitecto Luis Rojas, quien también se hizo cargo de la edición del libro. “Nace con el auge del ferrocarril y su instalación en Santiago. La primera maestranza que hubo en la ciudad estaba atrás de la Estación Central, tenía casas de máquinas, talleres y gente trabajando. Luego se demolió y comenzó a funcionar la Maestranza San Eugenio, con la cual se instalan otras fábricas y junto con cada una de éstas, se hacen poblaciones de trabajadores. Es un barrio de patrimonio industrial, que es representativo de todos los grupos sociales: estaban los trabajadores, los dueños de las fábricas y los empleados administrativos”, explica.
En ese sentido, Luis Rojas subraya que la construcción del barrio marca una diferencia con el desarrollo posterior de Santiago: “En San Eugenio las personas vivían y trabajaban muy cerca, tenían la fábrica a pocas cuadras o cruzando la calle. Para algunos, esta era una forma de control sobre los trabajadores que había en la época, pero objetivamente lo que encontramos es algo muy distinto a la ciudad que construimos. Hoy tenemos serios problemas de lejanía entre los lugares de trabajo y residencia, lo que provoca largos viajes y se relaciona con la segregación, con la expansión descontrolada de la ciudad. Esa calidad de vida, en cambio, todavía se encuentra en San Eugenio”, afirma.
Los mil ejemplares de Entre rieles y chimeneas. Un recorrido por el barrio obrero y ferroviario San Eugenio se repartirán de manera gratuita entre las organizaciones del barrio. La presentación será a las 18:45 horas de este viernes en el Museo Benjamín Vicuña Mackenna, ubicado en Vicuña Mackenna 94, Santiago. La entrada es gratis.