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Para no contarnos cuentos

Columna de opinión por Vivian Lavín A.
Jueves 23 de julio 2015 8:25 hrs.


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Como andamos escasos de la difusión de buenas noticias es que se recibe con alegría desde París, el anuncio de que una ONG chilena dedicada a la alfabetización ha sido premiada por UNESCO. La encargada de dar el anuncio fue la Directora General del organismo de Naciones Unidas dedicado a la educación, Irina Bokova, quien dio a conocer a los proyectos ganadores de los premios internacionales de alfabetización de la UNESCO para este año 2015 y que recayeron en la Associación Progresso de Mozambique y el Instituto Nacional de Educación de Sri Lanka que recibirán el premio de alfabetización Rey Sejong-UNESCO, en tanto que la Plataforma de Asociaciones ASAMA y Post-ASAMA de Madagascar, el proyecto Svatobor de Eslovaquia junto a la ONG nacional Escuela Juan Luis Vives de Valparaíso recibirán los premios de alfabetización UNESCO Confucio. La entrega oficial de estos premios será el 8 de septiembre próximo, Día Internacional de la Alfabetización.

Resulta interesante que un organismo no gubernamental cuya tarea es casi invisible para el conjunto de la sociedad sea visibilizado al punto de obtener un premio internacional. Luego, merece nuestra atención el hecho de que esta ONG dedique sus esfuerzos a la alfabetización de personas privadas de libertad, es decir, entregan educación formal básica a presos como una manera de darles una herramienta para la reinserción en la sociedad cuando recobren la libertad.

Y puede sonar extraño que sea premiado un proyecto de alfabetización en un país donde la el analfabetismo está desterrado, según las cifras oficiales. Sin embargo, una cosa son las estadísticas y otra es la realidad. Más cuando se ha comenzado a implementar el Plan Nacional de Lectura que considera a la lectura como un derecho de todas y todos y que para ello se ha hecho una convocatoria amplia y plural a través de una articulación interinstitucional, ya que se han integrado otros organismos, además de los especializados, en esta cruzada.

Así como esta ejemplar y, por lo mismo, premiada iniciativa de la ONG Escuela Juan Luis Vives de alfabetizar a los presos de las cárceles de Valparaíso, hay muchísimas otras a través del todo el territorio desarrolladas por los más variopintos organismos, sean privados, estatales, comunitarios, individuales…el problema son las estadísticas que no registran lo que está sucediendo en nuestro país.

La dispersión institucional en relación a los diferentes órganos que desde el Estado se encargan de fomentar la lectura es un obstáculo, sin embargo, el mayor de ellos, es la ignorancia por parte del mismo sobre lo que está pasando en la realidad.

El INE publica desde el año 2011 junto al Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes un informe anual llamado Cultura y Tiempo Libre que debiera ser la Biblia de todo lo que sucede en Chile sobre los dominios culturales que han definido radiografiar, que son el Patrimonio, la Artesanía, las Artes Visuales,  Escénicas, Musicales y Artes literarias, libros y prensa, como es el apartado que han definido para el mundo del libro. Y para perfeccionar este instrumento que se valora en su esfuerzo pero que claramente es parcial e insuficiente, convocó a un grupo de personas especializadas en el tema para ser parte de una Mesa Técnica sobre Estadísticas Culturales. Allí se habló de las fuentes desde las cuales han recogido la información, casi toda estatal, por lo tanto, ignorando lo que se hace fuera del dominio fiscal; de los indicadores, que también resultan escasos ante un mundo cada vez más complejo y dinámico, como también de la utilidad y oportunidad de la entrega de un instrumento que llega prácticamente con dos años de retraso… El panorama es algo desalentador ya que se constata la escasa información con que contamos todos, pero sobre todo el Estado que es el responsable de la elaboración de políticas públicas en relación al libro y al fomento de la lectura. De aquí la importancia de la convocatoria que hiciera el año pasado el Consejo del Libro y la Lectura para la elaboración de la Política que acaba de anunciar que, sin embargo, no puede ser contrastada con la que posee el principal órgano estadístico de nuestro país como es el INE.

Pero como la idea es quedarse con lo positivo es que se celebra la iniciativa tanto del Instituto Nacional de Estadísticas como del Consejo de la Cultura y de las Artes de publicar este anuario y también el que esté convocando a diversos especialistas del mundo del libro y la lectura para ir perfeccionando lo que debiera convertirse en el reflejo de lo que sucede en Chile sobre la Cultura y el tiempo libre… para que no nos contemos cuentos, aunque se trate de libros.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.