Desde el 18 de febrero de 2014 se mantenía recluido a Leopoldo López en Venezuela. El líder de la oposición finalmente fue condenado por la justicia de su país, quien le dictó una pena efectiva de cárcel de 13 años, nueve meses y siete días.
Los cargos por los que fue encontrado culpable son los de “daños e incendio, instigación pública y asociación para dilinquir”, según indicó en la lectura de la sentencia la jueza Susana Barreiros.
Tras conocerse la noticia, inmediatas fueron las reacciones. Su abogado defensor, Juan Carlos Gutiérrez, anunció que apelará a la medida. Mientras que, desde la cárcel, López convocó a una manifestación en contra de una condena que le pareció desproporcionada.
La Fiscalía, por su parte, explicó que los casi catorce años de prisión se deben a que se demostró que “los pronunciamientos de López a través de los medios de comunicación y las redes sociales incitaron a sus seguidores a generar violencia en las calles y desconocer al Gobierno Nacional y a las instituciones del Estado venezolano”.
Desde Chile, las declaraciones apuntaron al debido proceso. Tanto el canciller, Heraldo Muñoz, como el Ministro Vocero, indicaron que siguen con atención lo que ocurre. Sin embargo, “no le corresponde al Gobierno pronunciarse sobre decisiones judiciales de poderes de otros países” indicó Marcelo Díaz.
En tanto, organismos internacionales como la ONU y la OEA pidieron poder revisar el fallo resolutorio contra López, mientras en Venezuela los ánimos se encuentran divididos: los opositores al Gobierno de Nicolás Maduro aseguran que la decisión que primó fue la política, por ello apelarán ante lo que califican de “injusticia”. Para el Presidente, en tanto, es hora de revisar algunas relaciones con otros países, como Estados Unidos. Esto, en respuesta a las críticas declaraciones que el Secretario de Estado de los Estados Unidos enunciara al conocerse el castigo contra el opositor. “El Gobierno de EE.UU. tiene que aprender a respetar a Venezuela y a entender relaciones en términos de igualdad, transparencia, sino, no, sino quédense ustedes por allá”, le respondió Maduro a John Kerry.
Leopoldo López ingresó a la arena política siendo alcalde de Chacao desde el 2000 hasta el 2008. En 2002, Hugo Chávez lo sindicó como uno de los responsables del intento del golpe de estado de 2002. Además, lo responsabilizó de la detención ilegal del entonces ministro del Interior, Ramón Rodríguez C.
En febrero de 2014 fue detenido por convocar a una protesta sin contar con los permisos necesarios. Producto de esa manifestación, varias personas terminaron muertas y heridas.