Vuelven las tensiones entre estudiantes y profesores

El viernes 6 de noviembre se presentará la obra "El pupilo quiere ser tutor", trabajo dirigido por Ana Campusano que evidencia las relaciones jerárquicas que se generan en el sistema pedagógico. El montaje hace una crítica a la manera en que se plantea la educación en el país.

El viernes 6 de noviembre se presentará la obra "El pupilo quiere ser tutor", trabajo dirigido por Ana Campusano que evidencia las relaciones jerárquicas que se generan en el sistema pedagógico. El montaje hace una crítica a la manera en que se plantea la educación en el país.

La Compañía Detuch, del Departamento de Teatro de la Universidad de Chile presenta la obra El pupilo quiere ser tutor, del dramaturgo austriaco Peter Handke. Este montaje es dirigido por Ana Campusano y el elenco está compuesto por Cristian Keim, Camila Roeschman y Víctor Valenzuela.

La relación jerárquica entre un tutor y su pupilo es el eje central de la obra, evidenciando las asimetrías y tensiones que se generan al enseñar y aprender. Con una puesta en escena en la que prima el uso de la luz y elementos que operan como un montaje de artes visuales más que una obra de teatro tradicional, se busca hacer una crítica a la manera en que se han ordenado los procesos de enseñanza en Chile. “Es como tomar distancia para decir que la disputa no está entre los profesores y los estudiantes, en realidad es cómo está pensado todo el sistema”, explica la directora Ana Campusano.

Por este motivo, los personajes han sido desarrollados desde la posición que sus intérpretes tienen en la vida real, Keim como académico del Departamento de Teatro de la Universidad de Chile y Roeschman y Valenzuela como estudiantes de cuarto año de la Licenciatura en Artes con mención en Actuación Teatral. “El enseñar tiene que ver con crear y depositar en el otro confianza para que reconozca sus capitales positivos. Este lugar de intercambio existe en cualquier disciplina, quiero contar cuál es ese lugar y evidenciar las torpezas que ahí ocurren, desde los profesores y desde los estudiantes”, dice Campusano.

En el montaje, que se abre a la libre interpretación del espectador, son presentadas varias secuencias de imágenes y acciones. “Es un texto que da facilidades de representación al no tener características dramáticas formales, entrega un recorrido de acciones, entonces se abre a la composición visual siempre. La posibilidad de generar imágenes es permanente”, finaliza la directora.

El pupilo quiere ser tutor se presentará desde el 6 de noviembre hasta el 21 de noviembre, los jueves, viernes y sábados a las 20:00 hrs., en la sala Antonio Varas del Teatro Nacional Chileno (Morandé 25). La entrada tiene un costo de $7000 (general) y $3000 (estudiantes).





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