En esa época no había discoteque, no existían los megaconciertos ni Internet. La juventud se divertía en los salones al ritmo del charleston y foxtrot. Las mujeres usaban pieles, cortaban su cabello y se rebelaban en el vestuario.
Esos años de efervescencia y de bailes de salón inspira a La Belle Epoque, espectáculo dirigido por el musicólogo Juan Pablo González (jurado en The Switch y Director del Instituto de Música de la UAH), donde imagina y recrea, junto a 26 artistas, los espectáculos de entretención post Primera Guerra Mundial.
“Este es un gran programa de variedades, que le entrega patrimonio a nuestra identidad sonora. Los compositores son chilenos, es un repertorio se tocaba aquí, por eso queremos homenajearlos y reinstalarlos en la memoria”, cuenta Juan Pablo González.
Serán músicos, cantantes y actores en escena los que darán vida a un repertorio de veinte canciones, interpretadas por una Orquesta de Señoritas, “un tipo de orquesta de cuerdas que nace en Europa debido a la falta de trabajo para las mujeres que ingresaban al conservatorio. Entonces ellas crearon su grupo”, cuenta González.
También están los intérpretes. El crooner, el cantante que hace el estribillo cuando la banda hace algo instrumental. Las cupletistas, las muchachas estrellas del show que nacieron cuando se independizaron de la zarzuela y pudieron hacer carrera autónoma. Y una mujer que siempre estuvo en la música de salón, la soprano.
Junto a ellos, participa un transformista, que revive a un personaje clásico de la época: el imitador de estrellas. “Es un elemento muy clave y tiene que ver con nuestra identidad chilena, donde no llegan las estrellas entonces se imita. En los años ’20 eran hombres que imitaban a hombres y mujeres”, agrega. Para este rol se llamó a Andrés Sáez (Chicago), conocido por su personaje de Laura Bell.
La obra se presentará desde el jueves 19 hasta el 22 de noviembre en el GAM. Las entradas tienen un costo de $ 6.000 (general) y $ 3.000 (estudiantes y tercera edad).