Este viernes el pleno de la Corte Suprema designó por unanimidad a su nuevo presidente, quien reemplazará a Sergio Muñoz el próximo 6 de enero para desempeñarse en el cargo por los próximos dos años.
Se trata de Hugo Dolmestch Urra, quien a sus de 70 años se desempeña como vocero del Máximo Tribunal y con una larga trayectoria ligada a diversas causas por violaciones a Derechos Humanos ocurridas durante la dictadura cívico-militar encabezada por Augusto Pinochet.
Entre los hitos que han marcado su carrera en el Poder Judicial, destaca el haber sido el primero en condenar a un general, como fue el caso del ex director de la CNI Hugo Salas Wenzel, quien recibió la pena de cadena perpetua por la muerte de 12 frentistas en el marco de la operación Albania.
Además, investigó el asesinato de cuatro profesionales, con posterioridad al fallido atentado contra Pinochet en 1986, así como el homicidio de Jecar Neghme, ocurrido en 1991, donde logró la confesión de todos los agentes involucrados.
También encabezó la investigación del asesinato del senador de la UDI Jaime Guzmán, a la vez que solicitó las extradiciones de los frentistas Mauricio Hernández Norambuena, a Brasil, y de Galvarino Apablaza, a Argentina.
Luego de que fuera confirmado por Sergio Muñoz, el propio Dolmestch manifestó que “nuestros jueces tienen un respaldo moral suficiente para enfrentar al país”.
Asimismo, agregó que “la democracia no funciona si la Justicia es intervenida por los otros órganos. La intervención hacia los jueces es inaceptable”.
Junto a ello anticipó que entre los objetivos de su gestión se propondrá desarrollar una mayor cercanía con la gente, para lo cual los medios de comunicación cumplirán un rol fundamental.
Respecto del tema de la extradición de Galvarino Apablaza, se limitó a señalar que es un tema en el que no le corresponde opinar y que la extradición ya está solicitada.
Trayectoria en el Poder Judicial
Luego de cumplir funciones como relator en las Cortes de Apelaciones de Chillán y Santiago, así como en la Corte Suprema, en 1995 asumió como ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago.
Fue en agosto de 2006 cuando comenzó a desempeñarse como ministro de la Corte Suprema, luego de haber sido nominado por la Presidenta Michelle Bachelet y ratificado por el Senado.
En el Máximo Tribunal ha sido parte de la Sala Penal, instancia en la que ha enfrentado diversos casos de militares involucrados en violaciones a Derechos Humanos.
En mayo de 2012 fue designado como vocero de la Corte Suprema, a lo que se sumó su trabajo como coordinador nacional de las causas de Derechos Humanos, que desempeñó hasta julio de 2014.
