Papa Francisco denuncia “atroces actos terroristas” en su mensaje navideño

En su tradicional bendición “Urbi et Orbi”, el Pontífice fustigó los ataques terroristas y destrucción del patrimonio histórico, tanto de París como en Oriente Medio. Además, pidió que la Navidad “ilumine los esfuerzos del pueblo colombiano” para alcanzar la paz. También celebró la hospitalidad hacia los refugiados.
  • RFI
  • 25-12-2015

En su tradicional bendición “Urbi et Orbi”, el Pontífice fustigó los ataques terroristas y destrucción del patrimonio histórico, tanto de París como en Oriente Medio. Además, pidió que la Navidad “ilumine los esfuerzos del pueblo colombiano” para alcanzar la paz. También celebró la hospitalidad hacia los refugiados.

El Papa Francisco denunció este viernes en su tradicional mensaje de Navidad los “atroces actos terroristas” y la destrucción del “patrimonio histórico y cultural de pueblos enteros”.

“Quiero recordar también a cuantos han sido golpeados por los atroces actos terroristas en las recientes masacres sucedidas en Egipto, Beirut, París, Bamako y Túnez”, manifestó el Pontífice durante su mensaje.

Asimismo, pidió que “cesen las atrocidades en Irak, Yemen y en el África subsahariana” que, además de “numerosas víctimas, provocan enormes sufrimientos y no respetan ni siquiera el patrimonio histórico y cultural de pueblos enteros”.

El jefe de la Iglesia Católica le dedicó su tradicional bendición “Urbi et Orbi” también a las negociaciones de paz que celebra el gobierno colombiano con la guerrilla de las FARC.

“Que la alegría de este día ilumine los esfuerzos del pueblo colombiano para que, animado por la esperanza, continúe buscando con tesón la anhelada paz”, declaró desde el balcón de la Basílica de San Pedro, en Roma.

Esto, a propósito de que hace poco más de una semana, las dos partes dieron un paso decisivo hacia la firma de la paz que negocian en Cuba, comprometiéndose a reparar a las víctimas del conflicto y castigar a los culpables de los delitos.

Por otro lado, el Papa hizo un nuevo llamado en favor de los que huyen de la miseria y las guerras, pidiendo a Dios que “recompense a las personas y los países que socorren y acogen a los numerosos emigrantes y refugiados”.





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