A partir de marzo estarán disponibles más de mil expedientes que la Dirección Jurídica de la Universidad de Chile acaba de desclasificar y que contienen sumarios, actas y procesos administrativos cotidianos realizados entre 1973 y 1983, en plena dictadura militar.
A mediados de enero, los documentos fueron traspasados a la Colección Archivo Histórico del Archivo Central Andrés Bello, que se hizo cargo de su conservación y digitalización y que los tendrá disponibles para estudiantes, académicos, investigadores y público en general que quiera consultarlos.
Por ejemplo, ya se puede consultar el expediente de un sumario administrativo realizado en 1977, en el Departamento de Sociología, contra los estudiantes Juan Carlos Rozas, Juan Carlos Reyes y Rodolfo Fortunatti. En el documento, el fiscal Juan Vergara hacer preguntas como: ¿Qué podría decir sobre efervescencia política en el departamento? ¿Los profesores también estarían involucrados? ¿A qué atribuye que las escuelas de Sociología produzcan personas de ideas marxistas?
Alejandra Araya, directora del Archivo Central Andrés Bello, explicó que el traspaso es relevante porque “contribuye a generar una conciencia de archivo y memoria” dentro de la Universidad de Chile. “También estamos sentando un precedente de cómo una documentación que es administrativa y pública se puede insertar en las discusiones relevantes sobre los Derechos Humanos y sobre un proceso que no tiene por qué cerrarse”, dijo la historiadora.
“Hay un mal de memoria que es entender que las cosas son históricas, están cerradas, porque ya cerramos la puerta, pero la clausura no es una manera de superar. La historia tenemos que asumirla como es y a eso contribuye que tengamos esta documentación, que permite hacer un diálogo con los testimonios, con la experiencia. Uno de los primeros objetivos de esta reconstrucción fue también abrir esa conversación”, añadió.
Los documentos servirán también para realizar investigaciones académicas. Por ejemplo, la directora alterna de la Iniciativa Bicentenario Juan Gómez Millas, Loreto Rebolledo, indagará cómo la dictadura, administrativamente, inició un proceso que provocó el deterioro de las disciplinas relacionadas con las ciencias sociales y las humanidades.
En ese sentido, Alejandra Araya recalcó que “en el año ’81, la Universidad de Chile se desmantela. Se eliminan las sedes regionales, se desprende el Pedagógico… en fin, es una gran transformación. Si lees los discursos de los rectores delegados o, por ejemplo, el primer discurso de Pinochet en la inauguración del año académico, en 1974, con un Salón de Honor vacío y solo un grupo de periodistas, ellos tenían súper claro –así lo plantean- que la Universidad de Chile era el semillero y caldo de cultivo del marxismo. Y aunque tenían todo el poder para cerrarla, no lo hicieron y la transformaron radicalmente. Tenían clara conciencia de que la educación es un elemento primordial de la reproducción cultural y de la incidencia social, por lo tanto, iba a ser también el instrumento más eficiente para la regeneración de ese pueblo que había sido corrompido y minado en sus bases más fundamentales. Eso lo dicen”.
Los documentos estarán disponibles a partir del 2 de marzo en el Archivo Central Andrés Bello para estudiantes, funcionarios y académicos de la Universidad de Chile. El público general, como ocurre con las otras colecciones de la universidad, podrá acceder a ellos también a través de una solicitud previa.