Comentario de cine: “Room”, la mirada de Jack

Una película basada en la novela de Emma Donoghue y, como el libro, contada desde el punto de vista de Jack. Una película dolorosa exactamente porque está tan bien armada que olvidamos que estamos viendo una película, al mismo tiempo que somos conscientes de que terribles historias como ésta han pasado y probablemente volverán a suceder.

Una película basada en la novela de Emma Donoghue y, como el libro, contada desde el punto de vista de Jack. Una película dolorosa exactamente porque está tan bien armada que olvidamos que estamos viendo una película, al mismo tiempo que somos conscientes de que terribles historias como ésta han pasado y probablemente volverán a suceder.

Esta pequeña coproducción irlandesa – canadiense ha sido una de las mayores sorpresas de la temporada de premios. Su protagonista Brie Larson ya ganó el reconocimiento a mejor actriz dramática tanto en los Globos de Oro como en los SAG, otorgado por el Sindicato de Actores. El filme está nominado a cuatro premios Oscar: Mejor actriz, Mejor guión adaptado, Mejor Dirección y Mejor Película, además de numerosas otras nominaciones en los premios BAFTA, Spirit Awards y Satellite que tampoco se han entregado aún. ¿Merece esta película tanto reconocimiento? La respuesta es simple, merece todo eso y más.

“Room” es una película basada en la novela de Emma Donoghue y, como el libro, está contada desde el punto de vista de Jack. Un niño de cinco años cuyo mundo es la habitación en la que nació. Su vida es producto de las violaciones del criminal que raptó a su madre y que la mantiene en cautiverio hace siete años. En medio de este brutal escenario, su joven mamá hace todo lo posible para que Jack crezca de la manera más sana posible, en esas circunstancias, creándole todo un mundo en esa pequeña habitación. Pero llega el momento en que la mamá de Jack decide que hay que intentar escapar y es esa batalla por recuperar la libertad y el encuentro con el mundo exterior lo que genera el mayor desafío para el niño.

Todos los elogios que ha recibido la actriz Brie Larson por su actuación en esta película están muy merecidos. Sin cargar tintas logra moverse con habilidad en la diversas de emociones que un personaje como este –sometido a una situación extrema– tiene que expresar y lo hace de manera emocionante y convincente. La película tiene además un par de secundarios de lujo: William H. Macy quien sólo aparece en un par de escenas, pero que pone toda su sensibilidad y experiencia para encarnar al conflictuado padre y abuelo de las victimas, y la notable Joan Allen, otra actriz soberbia que tiene el rol fundamental de acompañar a su hija y su nieto en esta difícil transición.

Pero si hay alguien que impresiona sobre todos es el joven Jacob Tremblay -quien filmó la película con tan sólo 8 años- y que conmueve no sólo con una fotogenia difícil de encontrar, sino con una capacidad impresionante para comunicar emociones profundas y complejas. A esto ayuda mucho la puesta en escena de la película que esta filmada desde el punto de vista de Jack y que nos muestra tanto la habitación como, posteriormente, el mundo desde la inocente experiencia de este niño brillante nacido en cautiverio.  Es su voz la que va guiando la historia, son sus pensamientos los que escuchamos y sus emociones con las que nos identificamos primordialmente.

“Room” es una película dolorosa exactamente porque está tan bien armada que olvidamos que estamos viendo una película, al mismo tiempo que somos conscientes de que terribles historias como ésta han pasado y probablemente volverán a suceder.  Como todo buen cine “Room” utiliza las herramientas cinematográficas para hacernos vivir una experiencia y empatizar con un dolor difícil de comunicar. “Room” es una gran película, verla nos invita a emocionarnos, pensar en el otro y crecer.





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