Una combinación de música romántica, humor y reggaetón será la que se vivirá este viernes en la quinta jornada del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, la primera que agotó sus boletos.

El encargado de abrir la noche será el español Pablo Alborán, quien llega con un disco exitoso como Terral bajo el brazo. Será su segunda ocasión en la Quinta Vergara, ya que en 2013 tuvo una triunfal presentación, cuando fue miembro del jurado.

Otros que retornan al escenario de la ciudad jardín son Los Locos del Humor, quienes estuvieron hace dos ediciones. A diferencia de la mayoría de los comediantes de este año, formados en el stand up comedy, el dúo opta por un humor callejero que, en sus palabras, “tiene su creatividad, su chispa”.

“Muchos artistas callejeros han logrado mucho, como Dinamita Show, Millenium Show y Los Atletas de la risa (…) Este es el humor que le gusta a la gente en la calle”, dijeron en la conferencia de prensa previa a su show.

La noche finalizará con un debutante en el evento como Nicky Jam, reggaetonero estadounidense de origen puertorriqueño y dominicano, cuya discografía se inicia a mediados de los ’90 pero que ha ganado popularidad en los últimos años. Especialmente popular se volvió luego de grabar “El perdón”, junto a Enrique Iglesias.

La noche de Lionel

Lionel Richie ratificó en la noche del jueves que era el número estelar de este Festival de Viña del Mar, con un espectáculo que cautivó al público que copó las tribunas de la Quinta Vergara. “Easy”, “Say yo, say me”, “Hello”, “We are the world” y “All night long” fueron algunos de los hits que intepretó en casi 90 minutos de show, donde demostró además su buen humor: “¿Siempre es así de divertido acá en Chile? Me mudo desde Los Ángeles de inmediato”, dijo en algún momento.

A continuación, Pedro Ruminot protagonizó la más irregular de las presentaciones que han hecho los humoristas en esta edición del festival. Con una rutina en que habló de política, de fútbol y de sí mismo logró un tibio apoyo del público que le valió una Gaviota de Plata. Al continuar su show, sin embargo, se sintieron pifias que lo hicieron finalizar abruptamente su intervención: “Me puse muy nervioso en el bis, me compliqué”, explicó más tarde.

Inesperadamente, a las dos de la mañana la Quinta Vergara seguía llena para presenciar la actuación de Rick Astley, quien estuvo cerca de una hora sobre el escenario e incluso se atrevió con una versión del “Uptown funk” de Mark Ronson y Bruno Mars. “Es un cliché decir que la gente latina es cariñosa, pero cada vez que estoy en Latinoamérica lo paso increíble”, dijo antes de cerrar su show con “When ever you need somebody” y “Never gonna give you up”.