Como parte de su tercer y último día en Cuba, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pronunció un discurso público en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso.

“El gran activo del país es el pueblo”, aseguró el mandatario respecto de Cuba, ante la atenta mirada del presidente Raúl Castro.

Luego, reconoció que “nuestra política es para ayudar a Cuba y no para herirla”, agregando que “le solicité al Congreso de Estados Unidos que levante el embargo. Es una carga obsoleta. Es momento de levantarlo”, respecto de la medida económica que afecta al país isleño.

Sin embargo, también lanzaba algunas advertencias. “Aunque levantemos el embargo mañana, los cubanos no alcanzarán su potencial, sin hacer los cambios aquí, en Cuba”.

“Había que tener valor para reconocer esa verdad, que es una política de aislamiento que solo afectaba al pueblo cubano, y no al Gobierno, y pensamos en la necesidad de no tener temor al cambio, sino a buscar el cambio”, agregó el mandatario estadounidense.

El jefe de la Casa Blanca prometió seguir “trabajando” por eliminar el embargo de Estados Unidos a Cuba y alentó la cooperación entre ambos países sin que Washington “imponga su sistema político” a la isla.

Asimismo, insistió en que “los Estados Unidos no tienen la intención ni capacidad de imponer cambios en Cuba. El futuro de Cuba tienen que estar en las manos del pueblo cubano”.

En suma, un llamado del mandatario estadounidense a superar las diferencias del pasado entre ambos países.

En esa línea, el mandatario estadounidense parafraseó a José Martí para entregar un mensaje de hermandad, “él hizo una ofrende de amistad y paz tanto para sus amigos como para sus enemigos, hoy les traigo un saludo de paz”.

Luego de tres días de visita oficial, durante la tarde de este martes Barack Obama viajará a Argentina, sin antes participar en un partido de béisbol en el Estadio Latinoamericano entre un equipo local y otro estadounidense.