Fueron 60 mil personas las que llegaron a los Arcos de Lapa, en el centro de Rio de Janeiro, a oír al ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva en el evento “Cultura por la democracia”, que también contó con la presencia de Chico Buarque y Beth Carvalho entre otros artistas e intelectuales brasileños.
Los gritos de “no va a haber golpe”, “el pueblo no es bobo, abajo la red Globo” y el irónico “Lula ladrón, robó mi corazón” fueron súbitamente interrumpidos por la presencia en el escenario del ex Presidente: si en la previa del acto el sonido había sido un problema, el silencio absoluto permitió que la voz de Lula hiciera eco en la explanada. A diferencia lo que se acostumbra en eventos masivos, muy pocas personas filmaban o tomaban fotos con sus celulares y la mayoría sólo estaba de pie mirando al ex Mandatario, riendo de sus bromas y aplaudiendo cuando lo ameritaba.
“Jamás imaginé que a mis 70 años de edad veríamos golpistas intentando sacar a una Presidenta elegida democráticamente por voto popular”, expresó Lula, desatando los vítores de la multitud. Minutos antes del inicio de su discurso, la Comisión de impeachment había aprobado el informe que recomienda seguir adelante con el proceso de destitución de la Presidenta Dilma Rousseff, el que ahora debe ser analizado por el pleno de la Cámara de Diputados.
“La Comisión acabó de derrotarnos, 38 contra 27. Pero eso no quiere decir nada, la Comisión fue montada por Eduardo Cunha, es su equipo. Donde tenemos que tener claridad es el domingo en el plenario. Sabemos que tenemos que conversar con los diputados, sabemos que los empresarios están presionando para derrotar a Dilma”, reconoció el ex Mandatario, apuntando sus dardos al presidente de la Cámara, Eduardo Cunha.
El Congreso votará en contra o a favor del impeachment este domingo 17 o lunes 18 de abril y lo que suceda en esa instancia es todavía una incógnita: si bien muchos diputados han adelantado su decisión, ni el Gobierno ni la oposición tendrían la cantidad de votos necesaria para detener el proceso o derivarlo al Senado, donde sería tomada la decisión final. Del total de 513 parlamentarios, Dilma necesita 172 votos o más para impedir el avance de su destitución, la que ha sido calificada de inconstitucional por los defensores del Gobierno.
“Quiero avisar a quienes están intentando dar un golpe a la compañera Dilma, a los medios de comunicación que hacen de todo menos dar la información correcta para nuestro pueblo: yo no sé cuántos años me quedan por delante, pero si tuviese sólo un día pueden saber que ese día será dedicado 24 horas en defensa de la libertad, de la democracia y de la ciudadanía en este país”, advirtió Lula sobre el escenario, finalizando su intervención con un mensaje a la oposición: “si ellos quieren derrotarnos, van a tener que aprender que nosotros no salimos a la calle apenas los domingos, nosotros salimos toda la semana y el año entero si fuese necesario”.
Para el fin de semana y el lunes están programadas decenas de congregaciones, vigilias y actividades culturales a favor de la democracia en varias ciudades de Brasil.
Fotos: Mídia Ninja