Dentro de los homenajes que se le hicieron a Gabriela Mistral con motivo de los 70 años desde que se le concediera en Premio Nobel de Literatura, hay uno que es urgente destacar y gritarlo a los cuatro vientos. El sentido de urgencia se debe a que se trata de una muestra temporal, de modo que el tiempo se acorta y a quienes ya llegamos tarde a conocerlo, menos oportunidades tendremos para volver a visitarlo. Y es que Poema de Chile, la escritura solo acaba con la muerte, como se titula esta muestra es un verso escrito a varias manos. Se trata de la exhibición con que ha inaugurado la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones a un espacio en la Casa Central de la Universidad de Chile y que tiene como principal misión compartir los tesoros patrimoniales que conserva el Archivo Central Andrés Bello y que han decidido llamar Sala Museo Gabriela Mistral. De modo que el nombre de Gabriela Mistral es doblemente homenajeado con la muestra inaugural y con el sello de un espacio que en no más de 120 metros cuadrados ofrece una verdadera clase magistral cumpliendo así, la misión educativa de la más importante universidad pública de nuestro país.
Poema de Chile es un libro póstumo de nuestra Premio Nobel que fue publicado por su pareja Doris Dana en 1967. Un libro bastante desconocido o leído de manera muy desordenada pero que según Alejandra Araya, la directora del Archivo Central y curadora de esta muestra, es un texto inquietante y lleno de significados, o de recados, como se diría en lenguaje mistraliano.
Tres son los hitos que se destacan en esta muestra. El primero se centra en el reconocimiento por parte de la Universidad de Chile en el año 1923 del título de profesora a Gabriela Mistral. Una demostración algo tardía, ya que ella ya había emprendido vuelo a México invitada por el ministro de educación de ese país, José Vasconcellos. La situación era paradójica ya que la Mistral fue invitada a fundar escuelas en México mientras arrancaba del ambiente hostil en el sus colegas le reprochaban la falta de los cartones pedagógicos. La segunda fecha que se recuerda en esta muestra es el año 1954, cuando Gabriela Mistral realizara una visita oficial y en la que la Universidad de Chile, sin saber cómo homenajear a la primera latinoamericana y única chilena galardonada con el Premio Nobel de Literatura, le concede el grado de Doctor Honoris Causa especialmente creado para ella. En la exposición se puede apreciar el diploma original y que el Museo colonial de la orden franciscana prestó para ser visto de manera excepcional. Junto a él, hay una obra de la artista Cecilia Vicuña que data del año 1979, en la que retrata a una Gabriela Mistral desnuda justamente en la fecha en la que el Estado de Chile las despojó de sus derechos de autor. El tercer hito se refiere a la muerte de Gabriela Mistral y a los funerales de Estado con que se la homenajeó. Fue en el año 1957, cuando de manera inédita para una mujer en nuestra historia patria, se le rindieron honores militares en su sepelio luego de haber sido velada durante tres días y sus noches en el Salón de Honor de la Universidad de Chile, donde estuvo permanente escoltada por sus ex alumnas, amigos y una multitud que acaso por primera vez ingresaba a la Casa Central. El registro audiovisual de Armando Sandoval, un aficionado que cámara en mano, captó el recorrido desde que llegaron sus restos al aeropuerto de Cerrillos hasta que fue enterrada en el Cementerio General , reflejan de manera muda pero muy elocuente el amor que le profesaba a Gabriela Mistral el pueblo chileno.
Con mucha inteligencia, delicadeza y buen gusto, el equipo que encabeza Alejandra Araya desarrolla en esta exhibición un relato en el que se despliegan los versos de Gabriela y a través de los cuales va tocando con sus dedos amorosos las llagas de nuestro Chile que discrimina, ignora a sus pobres, maltrata a sus mujeres y educa en la diferencia.
Poema de Chile. La escritura solo acaba con la muerte es un exhibición que requiere ser visitada con urgencia, porque de la misma manera cómo la Universidad de Chile abrió sus puertas para velar el cuerpo de Gabriela Mistral en el año 1957, hoy las reabre para compartir su palabra y su extraordinaria visión de mundo. Es urgente porque su Poema de Chile es escoltado por Violeta Parra y sus Versos de despedida a Gabriela Mistral.
Es urgente porque ya viene otra exposición sobre el debate constitucional y los derechos ciudadanos, que nos permitirán entender a través de la historia social y cultural que atesora el Archivo Central Andrés Bello lo mucho que tienen que decirnos esos tesoros patrimoniales que quieren salir a interpelarnos en su actualidad.