Ya está disponible el sexto número de Meridional. Revista Chilena de Estudios Latinoamericanos. En esta oportunidad, ofrecemos el dossier titulado “Las novelas de la dictadura y la postdictadura en América Latina: 1964-hoy” a cargo de Grínor Rojo.
La propuesta del dossier se centra en la producción narrativa de la región durante el período que se abre en 1964, cuando en dos días escasos, el 2 y el 3 de abril, los militares brasileños dejaron sin trabajo al presidente João Goulart, y que se cierra el 11 de marzo de 1990, cuando después de perder en octubre de 1988 un plebiscito que él creyó que iba a ganar y no sin haberse asegurado de la perduración de su legado, Augusto Pinochet le entregó el poder en Chile al presidente constitucional Patricio Aylwin (según la Constitución pinochetista del 80, es claro).
Caracterizan este período el afán refundacional, el ataque sin tregua contra los opositores -persecución, cárcel, tortura, violaciones, asesinato y desaparición de los cuerpos de miles de personas- y una cantidad que puede ser mayor o menor según los países pero que, como quiera que sea, hace plausible el empleo del término postdictadura como uno que lampedusianamente designa a lo que cambió sin cambiar.
Frente a ello, nuestra pregunta fue: ¿qué ha hecho al respecto la literatura latinoamericana? Y si es que no toda la literatura latinoamericana, la narrativa al menos. En ocasiones previas y análogas, nuestra literatura siempre tuvo algo que decir. Para no insistir aquí en la novelas del siglo XIX y primera mitad del XX, desde la Amalia (1851), de José Mármol a El Señor Presidente (1946) de Miguel Ángel Asturias, ejemplos más próximos de ello son novelas como Yo, el supremo, de Augusto Roa Bastos (1974), El recurso del método (también de 1974), de Alejo Carpentier, y El otoño del patriarca(1975), de Gabriel García Márquez, junto con otras de menor envergadura.
Curiosamente, sin embargo, aunque sea cierto que en no escasa medida esas novelas setenteras del dictador se vieron estimuladas por las circunstancias históricas en desarrollo desde 1964, ellas no hablan con el mismo lenguaje con que hablan las del ciclo que aquí más nos interesa. En efecto, entre aquéllas, cuya precursora es El Señor Presidente, y las novelas actuales sobre el tema se ha producido una reorientación histórico-literaria de proporciones y atribuible en último término a los sucesos que en la Historia general latinoamericana se desencadenan con el golpe brasileño del 64, reorientación que determina un cambio de rumbo desde las novelas sobre el dictador a las novelas sobre la dictadura y la postdictadura. En términos de los contenidos de la representación, esta es una ruptura mediante la cual el foco se mueve y redirige desde el arquetipo más o menos mítico del tirano a la representación literaria del modo de existencia colectiva que los regímenes post 64 impusieron en nuestros países. Este es el trayecto que cubren los artículos que presentamos en el presente dossier.
Meridional se puede leer en el siguiente enlace.