Movilizaciones por cambio estructural a la educación se extienden por América Latina

Estudiantes paraguayos y argentinos se movilizan por mejoras sistémicas en educación. "Se ha reproducido el neoliberalismo en el sistema educativo y se han mercantilizado las instituciones", argumentan los estudiantes.

Estudiantes paraguayos y argentinos se movilizan por mejoras sistémicas en educación. "Se ha reproducido el neoliberalismo en el sistema educativo y se han mercantilizado las instituciones", argumentan los estudiantes.

El cambio de un sistema educativo estructural, y con eso la mejora de la educación pública en su conjunto, es una demanda sentida por estudiantes de varios países latinoamericanos que por estos días se mantienen movilizados.

Hace algunos meses los estudiantes secundarios de Paraguay iniciaron un movimiento social que reconocen como “hijo del movimiento pingüino”, que se desarrolló en Chile en 2006.

En 1992 se inició un proceso de reforma educacional en el país luego de finalizada la dictadura militar de Alfredo Strossner. Sin embargo, según argumentan los estudiantes, muchas de sus planteamientos han fracasado porque fue adaptada de un modelo extranjero.

Por lo mismo, se iniciaron movilizaciones exigiendo  al presidente de derecha Horacio Cartes principalmente tres demandas, una de ellas, declarar la ley Emergencia de Infraestructuras del Sistema Educativo porque gran porcentaje de los colegios no estaría en condiciones de seguir funcionando.

Sin embargo, los parlamentarios suspendieron el estudio de este proyecto la semana pasada argumentando “falta de tiempo para determinar el protocolo que declararía las escuelas como infraestructuras críticas”.

Vetner López, vocero de la Unión Nacional de Estudiantes del Paraguay (UNEPY) explicó que la deserción escolar en el país es muy elevada. Una situación que también se explica, a su juicio, por la mala calidad docente y por la falta de herramientas para impartir las clases.

“De mil personas que entraron a la escuela sólo 500 pasan a la secundaria y de esos sólo cien a la universidad. En estos últimos meses han sido 70 u 80 mil estudiantes que han salido a manifestarse por todas estas situaciones, realmente hay un disgusto generalizado y a la vez mucha más participación que años anteriores”, detalló.

Macri y el “tarifazo”

Luego de que el presidente de Argentina Mauricio Macri aplicara en febrero pasado un aumento a los servicios básicos, el “tarifazo”, los estudiantes aseguraron que sin un aumento al presupuesto para las universidades públicas no alcanzaría el monto para cubrir estos gastos.

Rodrigo Sastre, estudiante de Ciencias Políticas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) reconoce que las deficiencias educativas se arrastran de gobiernos anteriores, sin embargo las medidas de este gobierno de derecha, han profundizado el problema.

“Ese presupuesto que se aprobó (8 mil 689 millones de pesos) no alcanza para pagar los servicios de electricidad, ducha y luz de las facultades. Acá se ve lo que varios llamamos el avance de la nueva derecha en América Latina que sostiene el modelo neoliberal con particularidades en cada país y acá lo evidenciamos con Macri”, precisó.

La Comisión de Presupuesto de la UBA aseguró que el presupuesto aprobados alcanzaría hasta agosto, fecha en que se discutirá nuevamente la distribución de recursos.

Mientras, la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile,  Camila Rojas, aseguró que “no hay duda de que el sistema está en crisis y se mantendrá la movilización por todas los estudiantes que reciben una mala educación y están condenados a una vida de miseria”.

El aumento del PIB para educación es una demanda transversal entre los estudiantes considerando que en Paraguay es del 3,5 por ciento, en Argentina de 5,3 por ciento y en Chile, 4,6 por ciento, mientras la Unesco recomienda invertir al menos un siete por ciento en esta materia.





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